Mientras que en otras Comunidades Autónomas se han visto obligados a paralizar la práctica de la pesca por la poca demanda, en Baleares los pescadores van a seguir faenando con algunas peculiaridades. Reducirán la oferta y mantendrán los precios en la medida de lo posible. Eso sí, lo que peligra este año es la pesca de langosta ya que con el cierre de los restaurantes la demanda será muy baja y por ello piden que se aplace el inicio de temporada de pesca de langosta.
Baleares se encuentra en estos momentos con dos situaciones diferentes. Por un lado, en Menorca, Ibiza y Formentera los pescadores están saliendo al mar con cierta normalidad atendiendo a lo que pueden colocar en el mercado ya que hay menor demanda del producto y resentimiento de precios. Hasta la fecha, están saliendo a faenar y si no lo hacen es por el estado de la mar.
Por otro lado, en Mallorca, han aplicado un acuerdo de la organización de productores. Consiste en dividir Mallorca en dos. De manera que, de los 10 puertos pesqueros que hay en la isla, solo salen 5. Así, explica el Secretario de la Federacion Balear de Cofradias de Pescadores, Toni Garau, se reduce la oferta de manera importante y los precios se van manteniendo en la medida de lo posible.
El pescado de corte y la gamba han sufrido mucho en los precios. Se vende mucho más barato ya que no tienen demanda de restaurantes y los clientes ahora son las familias. A este problema, lamenta Garau, se le suma el inicio de la pesca de la langosta que se inicia el 1 de abril. Otro tema que preocupa especialmente a los pescadores es la situación de los barcos y de los pescadores que tienen que salir a faenar. Dice Garau que están tomando todas las precauciones y medidas posibles.