La Secretaría General de Pesca está elaborando una orden ministerial para mejorar la gestión de la pesquerías, aprovechar mejor las posibilidades de pesca y contar nuevas herramientas, informó Mundiario.
La inseguridad en el futuro de la pesca comunitaria y la repercusión que la misma pueda tener en el futuro inmediato del sector induce a España a intentar que los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas de pesca para el año próximo reserven para el Reino Unido las cuotas que le corresponden actualmente por el principio de estabilidad relativa (algo que el sector pesquero español no asume con satisfacción).
Defenderá España asimismo que si el Reino Unido ofrece acceso a la flota comunitaria, deba ser para los mismos buques que faenan actualmente en ellas y en régimen de reciprocidad.
La negociación de los TAC y cuotas para 2020 será especial, según ha manifestado el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas. en la reunión que mantuvo este lunes con el presidente de la patronal CEPESCA, Amador Suárez, y con el secretario general de dicha entidad, Javier Garat, para abordar asuntos de interés propios del sector pesquero, como es la posibilidad de un Brexit sin acuerdo.
Esta negociación es el primer ejercicio de aplicación completa de la obligación de desembarque, al llegar a la fecha límite para cumplir con el objetivo de rendimiento máximo sostenible y estar condicionada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea. A estas reuniones España acudirá con los mejores datos científicos para defender su posición en la UE.
La Secretaría General de Pesca está elaborando una orden ministerial para mejorar la gestión de la pesquerías, aprovechar mejor las posibilidades de pesca y contar con las herramientas necesarias para abordar la plena aplicación de la obligación de desembarque.
Todos estos planteamientos nacen en el seno de un Gobierno que, aunque en funciones ahora mismo, deberá asumir a corto plazo las consecuencias que para España va a tener el cacareado Brexit incluso más allá de las que pueda acarrear -y que no serán pocas- al Reino Unido.
El sector pesquero español, y en particular el gallego, desconfían de la repercusión que esa salida, abrupta o no, del Reino Unido del ámbito comunitario pueda tener. No es de extrañar, por tanto, que intente poner las vendas antes de que se produzcan las heridas.
Pero aún así, quedan muchas cuestiones derivadas de las normativas comunitarias que para España no se han resuelto desde el acceso de esta a la UE. Si de las últimas puede pensarse en los desembarques, España, como Estado miembro, mantiene el estigma del rendimiento máximo sostenible y el objetivo de este que no afecta por igual a los 28 (Reino Unido incluido). @mundiario