Son las proyecciones “optimistas” que ya se trazan en las intercámaras de la industria para este 2020. Prevén un retroceso similar al escenario que se vivió hace exactamente una década.
A veces, los números tienen más fuerza que las palabras. Y es que los conceptos de preocupación e incertidumbre que se repiten en el sector industrial con el correr de las semanas ante la continuidad del aislamiento social, preventivo y obligatorio, no parecen alcanzar la dimensión de las pérdidas que prevé la pesca en este 2020 a raíz de la pandemia del coronavirus.
Las Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina elaboraron un informe semanas atrás, que ya está en manos de las máximas autoridades del Gobierno de Alberto Fernández, en el que trazan en detalle el complejo estado de situación que atraviesa a la actividad por la abrupta caída de la demanda en todos los mercados internacionales y anticipan el escenario adverso que se vivirá en los próximos meses.
Las proyecciones “optimistas” que describen las principales cámaras pesqueras dan cuenta de una eventual caída del 30 por ciento en las exportaciones para este 2020, con lo cual el monto total que se percibirá por los recusos exportados se estima que rondará en los 1300 millones de dólares, cuando la misma cifra correspondiente al año pasado trepó a los 1863 millones de dólares
“Si consideramos un escenario optimista de una caída del 30 por ciento para 2020, teniendo en cuenta el valor exportado de 2019 para los principales mercados de destinos que fueron China, España, Estados Unidos e Italia –fuertemente afectados por la pandemia del Covid-19-, las exportaciones a estos destinos disminuirían 324 millones de dólares en este año”, se planteó en el informe enviado a Presidencia, y al que tuvo acceso 0223.
Bajo estas mismas proyecciones, las cámaras empresarias consideraron que las ganancias por las exportaciones del sector se retrotraerían a un volumen semejante al que se registró hace exactamente una década atrás, durante el curso de 2010.
Las entidades recordaron que en 2019, en relación a 2018, ya se había advertido una caída en la actividad tanto en el volumen de captura como en el valor exportado. Pero la evolución durante el primer trimestre de 2020 continuó la tendencia negativa y se profundizó “principalmente en el mes de marzo por el impacto del Covid-19”.
El slogan del documento presentado por la institución que nuclea a CEPA, CAPECA, CAPA, CAIPA, CAABPA, AEPC, UDIPA, CAFREXPORT y CAPIP fue “la crisis recién comienza”, al insistir en que todavía no se han visto en plenitud los efectos negativos de la pandemia y su consecuente confinamiento. “Más temprano que tarde, el impacto negativo en el sector se hará sentir más fuertemente, tanto por el lado de los precios como de los volúmenes exportados”, sentenciaron.