El inicio de un nuevo proceso de certificación para el recurso reabre el debate sobre la gobernanza y la articulación sectorial.
Giuliano Falconnat, director del Grupo SIP, analiza la importancia de elevar los estándares de gestión y la posibilidad de convergencia entre los distintos grupos de la industria.
Sostenibilidad pesquera
De acuerdo con DataPortuaria.En el complejo escenario de la sostenibilidad pesquera, la certificación del Marine Stewardship Council (MSC) se ha consolidado como el estándar de oro para el acceso a mercados de alto valor.
Recientemente, el anuncio del inicio de un nuevo proceso de certificación para el langostino costero de Chubut ha generado un renovado debate sobre cómo la industria articula sus esfuerzos para garantizar la salud del recurso a largo plazo.
Este nuevo avance técnico es impulsado por un grupo cliente diferente al que obtuvo la certificación original, y actualmente está encabezado por la firma Estrella Patagónica S.A..
Según detalló Giuliano Falconnat, titular del Grupo SIP —consultora responsable de liderar el proceso—, existe además un interés concreto de otros cinco frigoríficos de la región para incorporarse en una etapa próxima.
Caminos paralelos y convergencia necesaria
Uno de los puntos centrales en la gestión de este recurso ha sido la imposibilidad de lograr un proceso unificado desde el inicio. Falconnat explicó que.
Si bien la unificación es el escenario ideal bajo la lógica de la sostenibilidad, se optó por un camino paralelo tras gestiones que no prosperaron con el grupo previamente certificado.
«El sistema MSC permite estos recorridos, aunque no los promueve activamente», señaló el especialista.
Homologación en puerta
No obstante, destacó que el estándar está diseñado para asegurar la homologación y convergencia futura, especialmente a través de la unificación de planes de acción una vez obtenida la certificación final.
Este esquema guarda similitudes con lo ocurrido anteriormente en la pesquería de la centolla, donde procesos que iniciaron de forma independiente terminaron convergiendo por exigencia del propio estándar.
Más allá de las fragmentaciones momentáneas, cada nuevo proceso de certificación eleva la vara de gestión y fortalece la competitividad estructural de la pesca argentina. Los beneficios de alcanzar el sello MSC son tangibles para la cadena de valor:
-Optimización operativa: Permite a las empresas mejorar sus procesos internos, garantizando mayor eficiencia y control.
-Posicionamiento comercial: Facilita el acceso a mercados internacionales que hoy consideran este tipo de sellos como una condición excluyente para la compra de productos pesqueros.
-Sostenibilidad real: Construye un marco de gobernanza más robusto para el recurso, asegurando su disponibilidad para las futuras generaciones.
Para el titular del Grupo SIP, este nuevo proceso debe leerse como un avance hacia una pesca más responsable y transparente.
La meta final es consolidar al langostino de Chubut como un producto de excelencia que cumpla con las exigencias de sostenibilidad más estrictas a nivel global.