La imagen de algunos camiones transportando tangones por las calles del puerto local hacia depósitos o talleres configura una señal inequívoca: la zafra de langostino 2020 en aguas nacionales va hacia su epílogo.
El cierre de las operaciones tendrá un primer capítulo este viernes por la tarde. El Consejo Federal Pesquero dispuso clausurar la pesquería en la Zona de Veda Permanente de Merluza (ZVP) desde las 19. Días atrás, ya había suspendido los despachos.
Los rendimientos variables en la ZVP y el crecimiento de la captura incidental de merluza registrado en las últimas semanas motivaron la decisión. De hecho, hasta ayer quedaban unos pocos barcos operando sobre el cuadrante norte 4262.
Paralelo 41° sigue abierto
Entre ellos, se cuentan “Mar Sur” y “Antonio Álvarez”. Las restantes embarcaciones, unas cincuenta unidades, se encuentran trabajando sobre el paralelo 41°, área que por el momento seguirá abierta bajo el seguimiento de las autoridades.
La mayoría de ellas son barcos congeladores que encuentran buenos rendimientos de langostino como para darle continuidad al trabajo, según pudo saber Pescare.com.ar.
“La zona de pesca al norte del área de veda seguirá siendo monitoreada a fin de evaluar oportunamente las medidas que resulten necesarias adoptar”, informó el Consejo la semana pasada. Los datos que vayan recolectando los observadores serán claves.
Balance preliminar
Como balance preliminar de estos meses de operaciones tanto en la jurisdicción nacional como en franja provincial, vale señalar los desembarques de langostino alcanzan las 133.446 toneladas, volumen que incluye el aporte de los buques costeros de Rawson durante la temporada de verano.
Por el momento, el número de este año configura una baja interanual en torno al 20 por ciento. Es, además, el más bajo de los últimos cuatro. 2019, vale recordarlo, terminó con 215.642 toneladas del marisco sobre los muelles.
El año será recordado por la sucesión de conflictos gremiales y, sobre todo, por el impacto del Covid-19 en la logística y los mercados, que comienzan a dar algunas señales de recuperación; pero amenazados por los rebrotes de la enfermedad.
Opciones para cerrar el año
Mientras tanto, para los buques fresqueros que ya regresaron al puerto local el menú de opciones que disponen para terminar el año incluye merluza, recursos pelágicos y variado costero; aunque la primera venta en muelle presenta sus propias dificultades.
Los casos de Covid-19 en diversas plantas de procesamiento traban aún más el canal de comercialización. A eso se suma la aparición de hubbsi en aguas cercanas a la estación marítima local y la consecuente baja de precios.
“La están pescando a unas veinte horas de Mar del Plata. Los barcos más grandes del segmento logran hasta dos mil cajones por día. En cuatro días completan y vuelven a puerto. Después, claro, cuesta ubicarla”, manifestó una fuente consultada por este medio.
Tanto anchoíta como caballa se presentan con mejores condiciones de venta, pero en el caso de la Engraulis con menor abundancia.