Pasada la pandemia y con el avance de la situación belicosa entre Rusia y Ucrania, las familias europeas cambiaron fuertemente de hábitos.
El restaurante quedó en un segundo plano cuando el encarecimiento del costo energético puso de rodillas las finanzas de las familias europeas.
El langostino argentino salvaje y austral tiene en gran medida un mercado internacional donde Europa era el principal comprador en calidad, en la medida que China buscaba costos con otras especies de cultivo.
Así fue que el langostino argentino paso a tener una segunda relevancia, cuando el cinturón aprieta la calidad puede esperar; y lo que otrora era un sacrilegio, comparar un langostino salvaje y austral con un vannamei de cultivo de Ecuador, India, Bangladesh, México y de otros países del sudeste asiático, paso a ser una nimiedad.
Así es como el precio en el mercado internacional viene de una fuerte presión bajista con incipientes atisbos al alza que son extinguidos por la oferta y la necesidad de financiar las empresas primarias extractivas que operan en FAO41 sobre ese recurso. Así es como el L1 entero congelado a bordo no puede hacer piso en cuanto a precios, pero en cuanto a volúmenes la demanda no está, por ende el mercado internacional está deprimido en precios y sin fuerza de compra. Los pagos se alejan.
No obstante, hacia un futuro inmediato hay alguna serie de situaciones que bien pueden levantar los precios no como consecuencia de mayor demanda sino de una caída en la oferta del vannamei de cultivo.
Vannamei panorama actual
Días atrás surgió la información que Emiratos Árabes y la República Arabe Unida no comprarían vannamei de cultivo de la India como consecuencia de su calidad. La mancha blanca apareció en la mayoría de las granjas y el porcentaje de antibióticos se elevó exponencialmente. El resultado, los Árabes no comprarán el vannamei de la India al menos por 2 años.
Por otro lado uno de los mayores criadores y exportadores mundiales del Vannamei, Ecuador, acaba de informar mediante la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) su preocupación por el aumento de los costos operativos y la caída de los precios internacionales en el sector camaronero del país que han “alcanzado niveles alarmantes”.
“Dada la situación, el sector ha visto una disminución de casi u$s1,00 en la liquidez por cada libra de camarón producido, equivalente a un impacto económico en lo que va del año superior a los u$s1.000 millones”, señaló la cámara en un comunicado.
El precio de exportación del Vannamei ha disminuido u$s0,70 por libra en los últimos 15 meses, perjudicando significativamente los ingresos de la industria y erosionando la capacidad financiera del sector.
La caída de los precios internacionales, principalmente por el menor consumo en China y otros mercados, está afectando gravemente la cadena productiva del sector, generando una incapacidad organizativa para cubrir los costos de producción. Los precios registrados actualmente son incluso más bajos que los registrados durante la pandemia en 2020, dijo CNA, “lo que presenta un problema sin precedentes”.
A lo largo de la última década, Ecuador se ha convertido en el principal proveedor de langostino de cultivo de China. En 2022, China importó 900.000 toneladas de vannamei, de las cuales el 70 por ciento provino de Ecuador; su competidor más cercano fue la India, que fue responsable de alrededor del 19 por ciento. En 2022, Ecuador vendió alrededor del 60 % de su producción de camarón a China, en comparación con alrededor del 49 % en 2021.
Sin embargo, en respuesta a las limitaciones de importación de cero-COVID de China, Ecuador se centró en servir a los mercados de EE. UU. y Europa, aumentando como resultado su capacidad de fabricación de productos pelados y de valor agregado. Si bien ese cambio ha permitido a los exportadores ecuatorianos diversificar su cartera de compradores, la transición no ha impedido que se vean gravemente afectados por un exceso global de camarones que ha resultado en una demanda floja y precios más bajos pagados a los productores.
En febrero de 2023, el presidente de la CNA, José Antonio Camposano, predijo algunos de los problemas que está experimentando el sector de cultivo de Ecuador y calificó el 2022 como «un año de contradicciones«. Ecuador produjo un 26 % más de camarón por volumen, pero eso ayudó a exacerbar las reservas en EE. UU.
Un panorama que acentúa una situación preocupante para el langostino salvaje y austral, al menos el entero congelado a bordo, pero debido a la situación del vannamei, ya desde Ecuador apuntan al pelado y devenado, con lo cual todo el complejo del sector estará como hasta ahora bajo una fuerte presión vendedora sin mercado tomador pero con precios que no podrán ir por debajo de los actuales ya que hay costos y grupos empresarios que dejaran de producirlo y/o pescarlo.