Roma, 21 nov (PL) El Vaticano se pronunció hoy aquí a favor de reforzar el respeto a los derechos humanos de los pescadores en todo el mundo.
Este llamado a mejorar las condiciones trabajo y vida en el sector pesquero fue el centro de un mensaje presentado por el jefe del departamento para el Desarrollo Humano Integral, cardenal Peter Turkson, en un acto realizado en la sede de la FAO con motivo del Día Mundial de la Pesca
El prelado encabezó la delegación de la Santa Sede al encuentro, integrada además por el secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher y el Observador Permanente del Vaticano ante los organismos de la ONU con sede en Roma, monseñor Fernando Chica.
Tras destacar la importancia de la pesca desde el punto de vista económico, social y alimentario, Turkson se refirió a ‘innumerables y persistentes problemas’ como los abusos físicos y verbales, la explotación masiva de pescadores, incluyendo el trabajo forzado, el tráfico de personas y las desapariciones en el mar.
Podemos observar una relación directa entre estos abusos y el uso de banderas de conveniencia, la pesca ilegal no declarada ni reglamentada y la delincuencia transnacional, indicó.
Además, dijo, no debemos olvidar los desafíos relativos a la sostenibilidad de los recursos marinos, la contaminación y otros problemas ambientales.
Turkson pidió, asimismo, a las agencias internacionales unir sus esfuerzos ‘dejando a un lado las diferencias, antagonismos y rivalidades’ con el fin de desarrollar una hoja de ruta hacia una extendida ratificación e implementación de los instrumentos internacionales para beneficio de los pescadores.
Trabajando juntos -subrayó- podemos contrarrestar el tráfico de seres humanos y el trabajo forzado en el mar, mejorar las condiciones de trabajo y seguridad y combatir la pesca ilegal, no declarada ni reglamentada, con la esperanza de crear un sector de la pesca sostenible desde el punto de vista social, ambiental y comercial.
Por su parte, monseñor Gallagher exhortó a impulsar la colaboración ‘hoy más que nunca’ y proponer un acercamiento más amplio e inclusivo a los aspectos relacionados con el ámbito pesquero, ‘conscientes del sufrimiento de tantos hermanos y hermanas empleados en la cadena de suministros’.
A modo de conclusión, monseñor Arellano dijo resulta imprescindible promover una cultura empresarial y financiera que ponga en el centro a la persona humana y la calidad de las relaciones entre personas, como una forma de responsabilidad social ‘que no sea meramente marginal u ocasional’.
Por este motivo -puntualizó- una pesca sostenible y respetuosa con el medio ambiente no es algo opcional. Es más bien un prerrequisito para preservar la vida y los derechos humanos de las generaciones venideras.