Se trata de la primera embarcación de las cuatro de este tipo adquiridas por el Estado argentino a la empresa francesa Naval Group, que integrarán la División Patrullado Marítimo de la Armada Argentina, “con el objetivo de mejorar la vigilancia y control de nuestros recursos marinos, y dejar de utilizar otras embarcaciones”, precisó el funcionario, acompañado por el jefe de la Armada, almirante José Luis Villán.
La ceremonia estuvo encabezada por el ministro de Defensa Agustín Rossi, junto a la plana mayor de la Armada Argentina, funcionarios del Ministerio de Defensa, representantes diplomáticos y militares de la República de Francia, también contó con la presencia del ex ministro de Defensa Oscar Aguad, bajo cuya gestión Argentina suscribió el contrato de construcción de tres naves gemelas al “Bouchard”.
El “Bouchard” fue bautizado así en homenaje al marino francés capitán de navío Hipólito Bouchard, quien luchó al servicio de las Provincias Unidas del Río de la Plata y del Perú. La nave partió el pasado 15 de enero desde la Base Naval de Toulon, al mando del capitán de fragata Daniel Eduardo Giudici, con una dotación de 37 marinos -entre ellos ocho mujeres-, quienes luego de su paso por Buenos Aires seguirán rumbo a la Base Naval Mar del Plata, donde tendrá su asiento en la División de Patrullado Marítimo.
El ARA Bouchard, que formaba parte de la marina francesa, recibió una renovación integral de la pintura del casco y el tren de propulsión de los motores principales, lo que implicó el cambio de la caja reductora, líneas de eje y hélices, como así también todos los auxiliares vinculados, entre estos las bombas hidráulicas. Estas tareas se llevaron a cabo en el Arsenal de la armada de ese país en Toulon. Las restantes tres unidades son nuevas y están en construcción.
Como su nombre lo indica, estas embarcaciones tendrán la función de patrullar el mar argentino, cuyos recursos naturales son “depredados” por embarcaciones extranjeras que pescan de forma ilegal y toman recursos naturales del país sin pagar impuesto alguno.
Tras la tragedia del submarino ARA San Juan, la Armada Argentina perdió buena parte de su capacidad de disuasión y control en sus aguas. La adquisición de estas unidades busca subsanar, en parte, estas dificultades, aunque el propio ministro de Defensa, Agustín Rossi, reconoció que el país debe incorporar nuevamente un arma de esa clase.
El navío cuenta con sistemas de combate Polaris, radar de banda L (de búsqueda de superficie y aéreo), 1 cañón de 30 mm y 2 ametralladoras 12,7 mm, tiene una autonomía de 7.500 millas náuticas (a 12 nudos) y refuerzos en el casco para navegar en aguas próximas a la Antártida.
La nave es comandada por el capitán de fragata Daniel Giudici, que junto con 32 tripulantes se adiestraron durante tres meses en Francia para emprender este viaje hacia su nuevo apostadero.