El empresario José “Pototo” Moscuzza, (foto), sostuvo que la reapertura del mercado brasileño para el envío de langostino que estuvo cerrado durante 6 años a raíz de una medida judicial dictada en 2013 por la Justifica Federal de San Pablo genera esperanzas para el sector pesquero.
“Sería una válvula de escape fenomenal, abre grandes expectativas en un momento complicado, y pienso que si pudiera absorber el 20% sobre la captura total descomprimiría la situación”, señaló.
En diálogo con Mar&Pesca, el empresario que opera sobre el recurso langostino con buques congeladores tangoneros y un fresquero reconoció que se vive un momento complicado para la actividad ante la falta de ventas y los bajos precios del recurso en el mercado internacional, aunque se mostró convencido de que se trata de una situación momentánea que quizás pronto pueda revertirse.
Al ser consultado sobre el estado actual del caladero, Moscuzza admitió que hay menos volumen de langostino asequible a las redes que el año pasado. “Mis barcos han pescado bien, pero reconozco que les ha costado encontrar el pescado, hubo que explorar un poco, buscarlo porque el langostino estaba hacia afuera”, dijo.
Y acotó que le parece acertado el esquema de prospección que se realizó antes de la apertura: “Se discutió mucho, y pienso que ese gran barrido efectuado por los barcos de la flota comercial con observadores en toda el área permitió obtener una información muy valiosa de las zonas que deben mantenerse vedadas. Toda esa zona al sur que ahora no se puede pescar porque el langostino está chico nos va a dar la posibilidad de seguir pescando más adelante, por eso digo que hay que preservar el recurso y dejarlo que crezca”, sostuvo.
Al profundizar en ese sentido, Pototo destacó el esquema de vedas porque que permite ordenar la pesquería; “creo que hay que ser responsables y proteger principalmente a los juveniles porque si se los pesca ahora estamos matando el pescado de mañana”, dijo por último.