La pesquera acordó con fileteros abonar un conformado de $ 11,31 por kilo del marisco descabezado. Envasadoras reclaman una mejora en la hora. CaIPA ofrece $ 3,10 en el acuerdo individual que busca firmar con el SOIP.
“Nosotros tenemos un convenio que contempla muchos beneficios y pedimos que todo lo que haya que discutir por nuevas especies sea dentro de ese marco. Salir de ese convenio implica perder derechos adquiridos”, destacó Lidia Mascheroni, envasadora y delegada de la pesquera.
La empresa armadora, que evalúa aportar langostino con el barco fresquero “Malvinas”, el cual descargaría en la Patagonia y transportaría en camiones el marisco fresco a su planta en el puerto marplatense, se comprometió a pagar un conformado de $ 11,31 por kilo de materia prima descabezada y clasificada.
Ese precio es muy superior a los $ 3,10 que ofrece la cámara patronal al Sindicato en la última propuesta que elevaron para intentar acordar los valores para reprocesar marisco en las plantas procesadoras de Mar del Plata.
Moscuzza parte de un precio base ya superior al máximo que ofrece CaIPA. El precio base es de $ 3,72, al que se le suman la Asignación de Emergencia y la Asistencia Perfecta que lo suben a $ 6,98.
A ese valor le agregan un 20% adicional de Presentismo y el premio por Calidad que genera un valor de $ 8,38. A ese precio se le aplica el aumento paritario cerrado para 2019 y en junio, cuando creen que comenzará la temporada, el valor aumenta a los $ 11,31.
Los fileteros acordaron este valor para equipararlo con los de referencia de merluza. Descabezando langostino logran una diferencia de $ 48,81 más por kilo por hora que al cortar merluza.
Los números están calculados sobre un esquema de producción estimado para descabezar 55 kilos por hora. En una jornada de 8 horas de trabajo un filetero podría cobrar más de 4 mil pesos.
“Nosotros queremos trabajar. La merluza alcanza para poco y vemos en el langostino una oportunidad para mejorar nuestros ingresos”, cuenta Mascheroni, con 13 años de antigüedad en la empresa.
La delegada reconoce que la merluza, más allá que Moscuzza cuenta con una vasta flota, no genera mayor nivel de actividad. “Esta quincena los fileteros completaron 40 horas y nosotros junto con los peones, 60 horas, menos de la garantía”, precisó.
Entre peones y envasadoras en Moscuzza trabajan 50 personas. Este grupo ocupacional también ha solicitado una mejora en la hora de trabajo por reprocesar langostino.
La empresa todavía no expuso ningún número sobre la mesa. Primero quiere ver la dinámica de trabajo y la logística de la carga transportada para tener un mejor panorama del flujo de materia prima que se puede procesar.
“Nos preguntaron si podíamos trabajar sábado y domingo porque el langostino no puede esperar a días hábiles, y dijimos que estamos disponibles; esta es una oportunidad no solo para nosotros sino para todos los compañeros del pescado. Ojalá en cada fábrica puedan encontrar la manera de ponerse de acuerdo y generar trabajo para todos porque es lo que necesitamos”, reveló Mascheroni.