España y otros 11 países europeos, así como 90 multinacionales y asociaciones, han impulsado el Pacto Europeo de los Plásticos con el objetivo de acelerar la transición hacia la economía circular en el ámbito de los plásticos, eliminar los residuos plásticos del medio ambiente, reducir el uso innecesario del plástico y apostar por la innovación en la reutilización y reciclado del plástico.
Esta iniciativa fija cuatro objetivos medibles para el año 2025 y actuará sobre todos los plásticos de un solo uso puestos en el mercado en el Espacio Económico Europeo.
El primero de los objetivos es diseñar todos los envases de plástico y productos de plástico de un solo uso puestos en el mercado para que sean reutilizables en la medida de lo posible, y que en todos los casos sean reciclables en 2025; en segundo lugar se fija la meta de avanzar hacia un uso más responsable de los envases de plástico y productos de plástico de un solo uso, con el objetivo de reducir los productos de plástico virgen y el embalaje en al menos un 20% (en peso) para 2025, con la mitad de esta reducción proveniente de una reducción absoluta de plásticos.
En tercer puesto, se plantea aumentar la capacidad de recogida, clasificación y reciclaje de todos los plásticos utilizados en envases y productos de plástico de un solo uso en al menos un 25 % para 2025 y alcanzar un estándar de calidad de todo el proceso de reciclaje adecuado a la demanda de plástico reciclado.
Por último, los firmantes se comprometen a impulsar el uso de plásticos reciclados en nuevos productos y embalajes tanto como sea posible para 2025, y que las empresas que usen plásticos logren un promedio de al menos un 30% de reciclados (en peso) en su gama de productos y embalajes.
El Pacto ha sido promovido por Francia y Holanda y está inspirado en el trabajo sobre la Nueva Economía de los Plásticos de la Fundación Ellen MacArthur, que está impulsando una red global de Pactos de Plásticos (incluyendo Sudáfrica, Malasia y Chile).