Paralización flota pesquera Puerto Madryn. Trabajadores marítimos marcharon por las calles de Puerto Madryn este jueves, en el marco de un fuerte reclamo ante la inactividad de la flota tangonera congeladora, que debía haber comenzado la temporada de langostino en aguas nacionales esta semana, pero permanece amarrada en los muelles. La protesta surge luego de que las cámaras decidieran en su totalidad no iniciar la operatoria debido a los costos laborales que consideran insostenibles.
«Nos sentimos rehenes de las cámaras y del sindicato», expresó Claudio Ruso, referente de la Agrupación Marítima ’10 de Julio’, quien apuntó tanto contra las empresas como contra la conducción actual del gremio por no sentarse a negociar una solución. «Nosotros necesitamos salir a trabajar. Llevamos siete meses sin actividad, y ahora quieren recortar un 30% nuestro salario. Esto impactaría fuertemente», advirtió.
Un conflicto que se extiende a toda la cadena productiva
La falta de salida de los barcos no solo afecta a los marineros, sino también a todo el entramado laboral vinculado con la pesca, incluyendo trabajadores de planta, camioneros y estibadores, que dependen de la actividad de la flota. «El marinero es el primer eslabón de la cadena: nosotros vamos a buscar el pescado y, a partir de ahí, se activa toda la producción en tierra. Si no salimos a pescar, nadie trabaja», remarcó Ruso.
Los marineros aseguran que debieron haber iniciado la temporada en la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Langostino, ubicada al norte, pero la negativa a operar bajo las actuales condiciones económicas dejó a la flota detenida. «Nosotros tendríamos que haber salido a trabajar ahora, pero los empresarios no quieren sacar los barcos hasta que se acuerde la reducción del 30% en nuestros sueldos, tanto en la producción como en el salario básico», denunció el dirigente acompañado por un nutrido grupo de afiliados al SOMU, que se concentró en el Monumento a Malvinas, publicó Canal12.
Desde la agrupación «10 de Julio» piden una intervención urgente del Gobierno y los sindicatos para destrabar el conflicto. «El poder político debe interceder y el poder sindical tiene que negociar. No pueden seguir ignorando nuestra situación», afirmó Ruso.
«Esto no se puede sostener más. Necesitamos que el Gobierno, los empresarios y los gremios se sienten a buscar una salida, porque tener la flota parada no beneficia a nadie», concluyó.