Pesca paralizada Argentina. A través de un comunicado Intercámaras anunció que a pesar del inicio oficial de la temporada de pesca de langostino en aguas nacionales el 17 de marzo, ninguna embarcación ha salido del muelle. “La actividad pesquera, fundamental para el desarrollo económico de las provincias del litoral marítimo y para la generación de divisas, se encuentra paralizada debido a una crisis sin precedentes causada por una carga impositiva asfixiante y un marco laboral desactualizado que vuelve inviable la operatoria del sector”, indicaron.
La industria pesquera argentina ha sido históricamente un pilar clave en la economía nacional, generando más de 46.000 empleos directos y exportaciones que, en 2024, superaron los 1.981 millones de dólares, de los cuales, señalan, 600 millones de dólares aporta la pesquería de langostino.
“La falta de medidas para aliviar la presión fiscal sobre las empresas pesqueras y la negativa a modernizar un convenio colectivo de trabajo que no refleja la realidad actual de la actividad han llevado a un punto crítico a todo el sector”, sostuvieron.
Sobre el impacto del costo laboral en la rentabilidad, puntualizaron que: “la falta de una adecuación del convenio colectivo de trabajo impide adaptar las condiciones laborales a los desafíos actuales, generando costos que hacen inviable la operación de las embarcaciones. Mientras que el costo internacional de una tripulación es el 33% de la producción de un barco/marea, hoy en la Argentina equivale al 60%”, publicó rp.
Por otra parte, indican que a ello se suma “el sostenido aumento en la carga tributaria, con retenciones elevadas y el incremento del mes pasado de los Derechos Únicos de Extracción (DUE), ha erosionado la competitividad de las empresas pesqueras argentinas en los mercados internacionales”.
“Frente a este panorama, las empresas han decidido no iniciar la temporada, ya que hacerlo bajo las condiciones actuales significaría operar a pérdida. Esta situación afecta gravemente a miles de trabajadores, tanto a bordo como en plantas de procesamiento, logística y toda la cadena de valor pesquera. Según la industria, por cada dólar que se pesca, el costo es de 1,21 por lo que han decidido no salir a pescar”.
Finalmente solicitaron a las autoridades nacionales una respuesta urgente y soluciones concretas para garantizar la continuidad de la actividad: “Es imperativo avanzar en la modernización del marco laboral y reducir la presión impositiva sobre la pesca, permitiendo así que la industria siga generando empleo y divisas para el país”.
En concordancia con la nota enviada por la Asociación de Capitanes al jefe de Ministros, Guillermo Francos, hicieron un llamado al diálogo con el Gobierno, los representantes sindicales y todos los actores involucrados “para encontrar una solución que permita destrabar esta crisis y evitar un colapso que tendría consecuencias económicas y sociales irreparables”.
El comunicado fue firmado por CEPA; CAPeCA; CAPA; CAIPA; la Cámaraa de Armadores, la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera; UDIPA; CAFREXPORT y CAPIP.