Langostino Pesca

Piden que se apruebe el 50% de colas a bordo o irán a la justicia

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Las cámaras empresarias CAPECA, CAPIP, CEPA y la empresa Conarpesa interpusieron un recurso de reconsideración sobre la Resolución 11 del corriente que llevó del 30% al 36% el límite permitido de producción de colas de langostino a bordo, solicitando que se haga lugar al requerido 50% que oportunamente fue rechazado, desconociendo la recomendación del INIDEP y haciendo lugar a los reparos presentados por la Cámara de Armadores de Mar del Plata (CAABPA), CAPEAR-ALFA y el SOMU. El escrito presentado busca refutar cada uno de los reparos de estas organizaciones y suma cuestionamientos tanto hacia ellas como hacia las autoridades.

Las oposiciones de las cámaras marplatenses y el SOMU hacían referencia a “una afectación al equilibrio interflota”, “un incremento del riesgo de la subdeclaración”; “un impacto socioeconómico adverso en las plantas en tierra” y “un impacto directo en el esfuerzo pesquero al aumentar la biomasa extraída por unidad”.

En el escrito presentado, CAPECA, CAPIP, CEPA y Conarpesa fueron cuestionando cada uno de estos puntos y en primer lugar se refirieron a la legitimación y representatividad para poner en tela de juicio la solicitud de llevar al 50% la producción de colas.

Señalaron que son ellos “quienes ostentan la mayor representación de plantas reprocesadoras de langostino y personal en relación de dependencia en las mismas”, y se preguntan sobre la representatividad de la Cámara de Armadores y ALFA “en cuanto a plantas de reproceso y personal en relación de dependencia en tierra”. Con ironía señalan que la “respuesta deja en evidencia que no existe tal perjuicio aludido”.

Indicaron que serían ellos mismos “quienes se encontrarían legítimamente facultados para argumentar algún tipo de perjuicio o impacto socioeconómico adverso como consecuencia de la medida solicitada”, pero que además tal perjuicio no existiría dado que se trata de “productos y mercados diferenciales”.

En cuanto a la alteración del equilibrio interflotas que quienes se oponen dicen se generaría, fue rebatido indicando “que el mismo se encuentra alterado hace ya mucho tiempo. No por acción de la flota congeladora, sino y por el contrario, por haberse autorizado a pescar langostino a barcos que no detentan permisos de pesca para dicha especie”. Como ejemplo de ello citaron “la aprobación del Fondo Ambiental Pesquero (FAP); la autorización para que los barcos con proyectos y permiso de pesca para especies excedentarias pesquen langostino; o la asignación de cuotas sociales/provinciales de pesca” y “la posibilidad del multiplicador a estos permisos de especie no cuotificadas, sin historia ni cupo originado en langostino”.

Todos estos actos generaron “un incremento del esfuerzo” y “efectos adversos en el equilibrio interflotas”, sostuvieron y agregaron que “solo con ver las estadísticas de captura de la especie langostino desde 1990 a la fecha podrá verse claramente lo mencionado”. Por último, hicieron mención de la autorización de un 20% de bycatch de langostino en la flota merlucera de altura, que “en la práctica muchas veces” se vislumbraría como “pesca objetivo”, según denunciaron.

Subdeclaración de productos

Sobre el posible riesgo de subdeclaración señalaron que “tal manifestación no merece mayores comentarios, toda vez que detenta una clara malicia e intención”.

Argumentaron que la producción de estuches de 2 kilos no deja margen para la subdeclaración y contraatacaron indicando que, “sin embargo, en el caso de la flota que CAABPA dice representar, la verificación de los kilos por cajón (sumado al 20% de bycatch) requiere de una fiscalización que no siempre es posible de materializar con tal rigurosidad en la práctica” y nuevamente con ironía sostuvieron que comparten la necesidad de terminar con ese riesgo, de existir.

Limitar la captura de los congeladores

En cuanto al pedido de CAPEAR-ALFA de restablecer los límites de captura de los buques congeladores tangoneros a valores similares a los vigentes antes de 2014, respondieron “que los cupos que se habían establecido en 1988 tenían una vigencia temporal determinada, la cual quedara sin efecto y vigencia mucho antes de 2014, toda vez que los mismos expiraron en 1993”.

Impacto en la biomasa

Sobre este aspecto las respuestas no fueron dirigidas únicamente a las cámaras y el sindicato que se opuso a elevar al 50% el límite de producción de colas, sino que apunta especialmente a la autoridad de aplicación y el propio Consejo Federal Pesquero.

En tal sentido citaron la respuesta dada por el INIDEP respecto del incremento solicitado, en el cual se indicó que, en las condiciones actuales de la pesquería, a priori, no implicaría “un incremento significativo del esfuerzo pesquero”, siendo la flota que menor participación tiene en las capturas (20%) y que el procesamiento de colas requiere un mayor tiempo de trabajo a bordo, lo que limitaría la posibilidad de efectuar una mayor cantidad de lances diarios. Al margen de que el límite del 30% vigente no ha evidenciado un impacto sobre el ambiente o el recurso.

“Con lo cual, sorprende que se aleguen preocupaciones o fundamentos basados en factores biológicos, toda vez que la autoridad encargada de verificar dichos extremos emite manifestaciones que sustentan la postura de estas Cámaras”, indicaron y sostuvieron que, a partir de lo expresado por el INDEP, no existe fundamento biológico para rechazar el 50% solicitado.

Finalmente, antes de solicitar formalmente que se haga lugar al pedido de elevar el porcentaje límite para producción de colas, dejando sin efecto la Resolución que lo limita al 36%, señalaron que los mercados exigen la modificación solicitada y que esto “coadyuvaría al desarrollo de la pesquería, siendo este uno de los objetivos de este CFP”.

El Consejo tomó vista ayer de la nota sin dar aún una respuesta, la que se espera ocurra en la próxima reunión, pero ante “el hipotético e improbable supuesto en que no se haga lugar a la pretensión aquí invocada, se deja expresa reserva de ocurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, advirtieron desde cámaras.

Fuente: Revista Puerto