Planta paralizada en Dolavon. “Las Bardas” es una planta procesadora de pescado ubicada en Dolavon, en el valle inferior de Chubut; Oscar Colman es su propietario quien denunció públicamente que el STIA (Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación) le suspendió las actividades de la planta.
El empresario afirmó que la suspensión se debió a una ‘denuncia falsa’ en la que se afirmaba que en la planta trabajaban menores. Colman se defendió y aseguró que la Secretaría de Trabajo encontró todo normal, y no existe ningún expediente que dé cuenta de tamaña irregularidad, pero que sirvió de fundamento para que el sindicato “presionara” a la empresa que le provee de materia prima y la dejara desabastecida.
Hoy la planta está paralizada, sin producir y se perdieron 80 puestos de trabajo. La cuestión, según dio a conocer el propietario, se originó cuando el STIA fue a la empresa a realizar un relevamiento de personal y de los 80, solamente 20 accedieron a enrolarse en el sindicato, ya que el resto de los empleados no quisieron ser parte de ese gremio, publicó rp.
Ante esa negativa, Colman asegura que el sindicato presionó a la empresa que le daba materia prima para procesar, “bajo la denuncia infundada de que había menores trabajando, pero nada de eso ocurrió y así quedó constatado en las inspecciones de la Subsecretaría de Trabajo”.
Como la mayoría de los empleados no se acogieron al sindicato, entonces los ‘cancelaron’ y los dejaron sin temporada, perdiéndose casi un centenar de empleos.
Colman expuso la situación y desmintió una denuncia encabezada por el STIA en la que afirma que, en la planta, ubicada en la Ruta 7 cerca de Dolavon, habría menores trabajando.
“Viejas costumbres de apriete”
“Me reuní con la Secretaría de Trabajo, les planteé la situación y en el acta no figura absolutamente nada de lo que me ensuciaron por redes sociales, encontraron todo normal y creo que están haciendo las cosas mal”, se defendió.
Ante esta situación, apuntó contra el gremio STIA que conduce Luis Emilio Núñez desde hace tres décadas, al decir que “estos señores siguen con sus viejas costumbres de apriete”. Como consecuencia de esto, “apretaron a la empresa Food Partners que me generaba trabajo para que no me mande más langostino para procesar, aseveró el empresario.
En esta línea, dijo que sus trabajadores “están cansados porque el sindicato no los representa, yo no soy culpable si ellos no quieren hablar con el gremio”, indicó respecto a que la mayoría de los trabajadores no accedió a los pedidos del STIA.
Planta paralizada
Adelantó que “con mi abogado vamos a desarrollar una estrategia porque mucha gente se quedó sin trabajo, y yo genero trabajo para Puerto Madryn, Trelew, Rawson y toda la zona”, dijo sobre el casi centenar de empleos que amenazan con perderse por el accionar sindical.
“Me ensuciaron para que pierda la temporada y no pueda seguir trabajando. El STIA representa al gremialismo rancio y patotero, y con eso hay que terminar”, aseveró el empresario Oscar Colman, al exponer la situación que atraviesa que le ha dejado la planta paralizada sin posibilidad de continuidad de los ochenta puestos laborales.