Fotos de Guillermo Nahum
Tendrá una duración de dos años y autorizaron la colocación de doce trampas. El programa tiene como objetivo evaluar la distribución de la población de centolla en la Bahía de Camarones. El enólogo francés Stephane Sorroche desarrollará el plan.
La Secretaría de Pesca de Chubut aprobó un programa destinado a realizar una evaluación de la distribución de la especie ‘Lithodes santolla’ en la Bahía de Camarones. Un enólogo francés que llegó a la región en 2008 e intentó desarrollar una granja marina y cultivo de mejillones tendrá a su cargo la implementación del plan de investigación.
Stephane Sorroche vivió durante años en un velero, amarrado en Caleta Sara, un accidente geográfico de resguardo para los navegantes en proximidad de Cabo Dos Bahías. Un vitivinicultor que dejó Europa para lanzarse con su familia a una aventura y al llegar a la Patagonia decidió instalarse en Camarones donde fue pionero en la cría de mejillones. Ahora, buscará desarrollar la pesquería de centolla en esa zona costera de Chubut.
Esta semana se conoció la Resolución Nº 403 de la Secretaría de Pesca mediante la cual se aprobó el proyecto denominado: “Evaluación del Recurso Centolla en Camarones”.
La medida administrativa estableció el área de operaciones del proyecto a la zona comprendida entre los siguientes puntos geográficos: 44º53´29.36″LS 65º31´55.94″ LW; 44º51´44.66″LS 65º40´32.27″ LW; 44º42´1.43″LS 65º35´57.10″ LW; 44º46´41.06″LS 65º31´16.22″ LW.
El ambicioso proyecto que tiene como objetivo evaluar la distribución de la población de centolla en la Bahía de Camarones tendrá una duración de dos años contados a partir del 27 de octubre de 2017.
La Resolución autoriza al inversor Stephane Sorroche, propietario de la embarcación “San Julián” MI 060278, a calar hasta un máximo de doce (12) trampas para centolla, Lithodes santolla, con la dispersión necesaria para abarcar la mayor superficie posible. Deberá utilizar las trampas con las características de diseño contempladas en el proyecto y esos dispositivos deberán ser cubiertos por una malla de 40 milímetros y presentar sus escapes obstaculizados para que todos los ejemplares capturados queden retenidos en la trampa.
Los ejemplares capturados deberán ser trasladados vivos hasta la costa para ser muestreados, devolviendo al mar todos los ejemplares hembra y los machos menores a ciento diez milímetros de largo de cefalotórax, siempre y cuando las necesidades del proyecto no indiquen otro destino.
Asimismo, la norma prohíbe obstaculizar el acceso a la revisión de las trampas por parte del personal responsable de las evaluaciones, muestreo, o llenado de planillas o protocolos de monitoreo; no informar las salidas de pesca o negar o falsear información sobre capturas, posicionamiento de las trampas, o todo otro dato que sea de utilidad para el proyecto; negarse a realizar las acciones contenidas en el proyecto o realizar acciones no autorizadas, especifica la autorización como requisitos a cumplimentar.
En tanto, los resultados de las evaluaciones serán puestas a disposición de la Secretaría de Pesca mediante informes parciales semestrales y un informe final, “no pudiendo ser divulgada sin conocimiento previo de la Autoridad de Aplicación”, condicionaron.
Por Nelson Saldivia