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Proponen soluciones para reducir las capturas no deseadas en la pesca de arrastre

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La pesca es una actividad de vital importancia tanto para el desarrollo económico como para la alimentación, pero garantizar su sostenibilidad pasa por la aplicación de estrategias innovadoras que permitan cumplir con la normativa vigente y respetar el medio ambiente. En este contexto se ha desarrollado el estudio MENDES 2, un proyecto que ha demostrado que el uso de dispositivos selectivos en las redes de pesca de arrastre contribuye a reducir significativamente la captura no deseada de especies pesqueras sujetas a Total Admisible de Capturas cuya explotación se busca que sea más sostenible.

Liderado por Azti en un consorcio completado con la Organización de Productores de Pesca Fresca del puerto de Marín (OPROMAR) y de la Organización de Productores de Pesca de Altura del puerto de Ondarroa (OPPAO), el estudio ha seguido un enfoque tecnológico y científico con el fin de proporcionar nuevas herramientas a las empresas pesqueras para optimizar la actividad de pesca en el marco de la regulación conocida como Obligación de Desembarque (OD), que deriva de una política promovida por el Parlamento y el Consejo Europeo para eliminar los descartes en las pesquerías europeas.

El proyecto cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP)

Desde su comienzo en febrero de 2019, el proyecto MENDES 2 contempló una estrecha colaboración con el sector pesquero, con el fin de que los resultados pudieran ser aplicados con la mayor rapidez posible.

El trabajo, tanto de ideación de soluciones técnicas como de pruebas de mar, se ha llevado a cabo a bordo de buques de pesca comercial y cuenta con la verificación del personal investigador de Azti y de los propios pescadores. Se ha focalizado principalmente en jurel, merluza, gallos, bacaladilla y caballa –las especies más afectadas por la OD– y ha incluido pruebas experimentales de dispositivos selectivos en las modalidades de arrastre más practicadas en aguas del Cantábrico y del Noroeste Ibérico: arrastre a la pareja y arrastre a la baca.

En concreto, las pruebas de dispositivos selectivos han conllevado la evaluación de prestaciones de captura de las redes de arrastre habituales en las pesquerías equipadas con panel de malla cuadrada de 80 mm en diferentes posiciones en el copo de la red (plan alto y bajo), así como con un copo de malla cuadrada de 60 mm, como configuraciones alternativas al copo de malla romboidal de 70 mm en las pesquerías de arrastre baca y a la pareja.

“Estas pruebas, han demostrado que en los buques de arrastre que operan a la pareja, un panel de malla cuadrada de 80 mm situado en la parte inferior del copo de la red permite reducir de modo relevante la captura de merluza por debajo de la talla mínima de referencia para la conservación, es decir de la captura no deseada”, asegura Esteban Puente, coordinador de Tecnologías Pesqueras en Azti.

De acuerdo con el experto, para el caso del arrastre a la baca, el copo de malla de cuadrada de 60 mm de luz de malla reduce muy sustancialmente la captura de merluza por debajo de la talla mínima permitida sin afectar a las capturas de talla comercializable, un resultado que también se produce de forma especialmente destacable en el caso del jurel.

Sin embargo, estos efectos no han sido tan marcados en otros casos: “Un panel de malla cuadrada de 80 mm en la parte superior del copo de la red tiene un efecto casi despreciable en la reducción de capturas no deseadas de especies demersales como la merluza y el gallo en arrastre a la baca, pero sí contribuye a reducir la captura de tallas inferiores a la mínima permitida en especies de comportamiento más pelágico como el jurel”, apunta Puente.

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El proyecto MENDES 2 demuestra que la aplicación de dispositivos selectivos en las redes de arrastre disminuye la captura no deseada de ciertas especies sujetas a la Obligación de Desembarco (OD).

Impactos y beneficios

A pesar de los resultados prometedores de las pruebas de dispositivo selectivos, MENDES 2 revela que su implantación tiene un cierto impacto económico para las empresas pesqueras por la alteración de capturas en otras especies comerciales menores; una consecuencia que el experto considera asumible si se tienen en cuenta los beneficios que aportan particularmente en el caso de la flota de arrastre a la pareja.

“Este efecto podría ser asumible teniendo en cuenta la ventaja que supone la desaparición del coste asociado a la manipulación a bordo y a la gestión de capturas no deseadas en los puertos, así como un mejor aprovechamiento de las cuotas de pesca de las especies sujetas a la OD”, afirma Esteban Puente.

En el caso de la flota de arrastre a la baca, la sola aplicación estricta de la OD sin ningún dispositivo selectivo generaría un impacto económico muy importante en la actividad económica de las empresas pesqueras en el largo plazo. El efecto de mejora del patrón de capturas de los dispositivos selectivos probados, aun siendo relevante en algunos casos y para algunas especies (copo de malla cuadrada), no parece que sería suficiente para contrarrestar todo el efecto económico que supone la aplicación estricta de la OD.

Así pues, resulta necesario seguir avanzando en estas líneas de investigación para aumentar la selectividad en las artes de pesca y seguir reduciendo los niveles de captura no deseada de las flotas cuando las redes todavía están en el agua, evitándose así los costes asociados a dicha captura si fuera embarcada a bordo”, añade el experto.

Langostino Pesca

Datos preliminares de la pesca de langostino sostienen que “es el mejor noviembre de los últimos años”

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La temporada 2024-2025 de la pesca de langostino inició oficialmente el pasado 3 de noviembre, y durante las dos primeras semanas de actividad, los datos preliminares reportados por el Programa de Observadores a Bordo arrojan resultados alentadores, argumentando que «es el mejor noviembre de los últimos años». Aunque ciertas tendencias llaman «a una evaluación precautoria», indicaron.

Entre el 3 y el 16 de noviembre, los indicadores clave «mostraron un sólido desempeño». Se registró un promedio de pesca de 2.346 kg/h, superando ampliamente el mínimo requerido de 450 kg/h.

En tanto, el bycatch de merluza se mantuvo por debajo del 15%, con un promedio de solo 2%. La proporción de ejemplares menores a L5 fue apenas el 1% de los ejemplares capturados, respetando el límite del 5%. Estos resultados «confirman el cumplimiento de los estándares necesarios para mantener abierta el área de…

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