El empresario Raúl Cereseto formó parte del panel de expositores en el Seminario de Intereses Marítimos celebrado ayer en el Senado Nacional y ante un auditorio compuesto por empresarios, dirigentes gremiales y políticos planteó la importancia invisibilizada del sector pesquero y la falta de políticas públicas para encontrar la solución a los problemas del sector pero también a las posibilidades de desarrollo.
“En 2024 exportamos 930 mil toneladas de carne, pero capturamos 820 mil toneladas de pescado. Se exportaron 2.800 millones de dólares de carne, se exportaron 2.000 millones de dólares de pescado y en 2018, Argentina exportó más pescado que carne, pero nadie pone en valor el pescado”. Cereseto señala que nadie ve, “salvo en las cinco provincias con litoral marítimo, la verdadera importancia que tiene la industria pesquera para nuestro país”.
El empresario encuentra las razones de esta situación en la falta de políticas públicas: “No tengo dudas de que es por ahí, y no es que nosotros los empresarios no recojamos el guante, queremos estar sentados en la mesa, queremos participar, pero queremos trabajar en políticas públicas que pongan en valor el sector pesquero”, sostuvo.
En ese sentido señaló que existe un gran problema en la matriz productiva y haciéndose cargo del rol que juega el empresariado en este punto, indicó que han concentrado sus extracciones en los productos que han conservado su rentabilidad: “Nos encontramos con un país que tiene una riqueza ictícola tremenda, pero una matriz productiva muy concentrada. El 84% de las capturas argentinas se sostienen solamente en tres especies: calamar, langostino y merluza” indicó y propuso “diversificar nuestra matriz productiva para generar más y mejor trabajo”.
La generación de políticas públicas consensuadas con todos los sectores, señaló, permitiría trabajar en tópicos fundamentales que permitan generar más empleo. Entre los más importantes nombró “la matriz de costos” en la que aseguró que el sector empresario ya está avanzando.
“Lo que se ve en los medios es un poco la pelea necesaria, incómoda, donde todos la pasamos mal, donde representantes gremiales y las cámaras empresariales tenemos que discutir, porque como no somos grandes generadores de valor agregado, no somos formadores de precios. El precio determina los costos, por eso tenemos que discutir la matriz de costos”, sostuvo.
Por otra parte, señaló que es necesario poner sobre la mesa de discusión “la matriz fiscal” e insistiendo con las políticas públicas como la única vía de mejora, lamentó que el sector siempre quede al margen de las decisiones del gobierno nacional: “Ahí nosotros sentimos que no nos podemos sentar en la mesa y que se han tomado decisiones para economías regionales, para la industria láctea, para el campo, que las celebramos por ellos. ¿Y la pesca por qué no, con todo lo que tiene para generar?”
“Cuando hablamos de valor agregado, no solo se puede generar trabajo diversificando la matriz productiva y buscando más y nuevas especies y desarrollarlas, sino también agregando valor en esas 820 mil toneladas que hoy pescamos. Podemos generar trabajo de calidad. Podemos generar más fuentes de trabajo produciendo acá”, señaló haciendo referencia a los terceros países donde se procesa la mayor parte del langostino fresco y remarcó que para poder agregar valor se requieren “políticas públicas”.
Haciendo mención a los altos estándares de sostenibilidad de nuestras pesquerías y la certificación que alcanzó entre otras especies el langostino de Rawson, Cereseto planteó que “certificar una pesquería también es agregar valor” y que la única forma de avanzar en más certificaciones también es “con políticas públicas”.
El trabajo conjunto con los biólogos para poder alcanzar las certificaciones fue generando una mayor conciencia entre los empresarios del rol fundamental que tienen los científicos para el sector y en ese sentido señaló: “Muchos de los aportes y los avances que hemos tenido en materia de sostenibilidad ha sido gracias a la ciencia, que hoy está pasando un mal momento, bastante ninguneada, mi reconocimiento hacia ellos y ojalá que aportemos los recursos necesarios para que realmente puedan seguir acompañando el desarrollo y principalmente el crecimiento de nuestra industria”.
Siguiendo con la formación profesional y la oferta académica, sostuvo que es una “gran materia pendiente en la industria pesquera” y agregó: “Necesitamos más y mejores profesionales. Tenemos un nivel académico muy alto, pero tenemos que tener más especialistas en nuestra actividad, para resolver todos estos problemas que hoy tiene la industria. Y cómo podemos mejorar la oferta académica, con políticas públicas”.
La formación profesional en acuicultura, por ejemplo, es tema de debate en el mundo académico y en ese sentido el empresario chubutense es un convencido de que “no podés hablar de pesca si no hablás de acuicultura” y le preocupa que la Argentina no pueda salir de su fase “embrionaria”. Cereseto asegura que teniendo cuerpos de agua en mar, ríos y lagos, “se tienen que criar peces, crustáceos y moluscos”. Pero como en cada uno de los puntos antes mencionados, señaló que solo se puede desarrollar la acuicultura “con políticas públicas”.
Por último, se refirió a otro tópico que indiscutiblemente requiere del acompañamiento de políticas públicas como es el consumo de pescado. “Hoy Argentina tiene uno de los consumos de pescado más bajos del mundo” señaló y cuestionó que no se esté trabajando para “que esa proteína de pescado llegue a los más chicos, ni siquiera tenemos que ser muy creativos. Hay que mirar países como España, que tiene un consumo de 27 kilos per cápita anuales y te das cuenta que las cámaras empresariales, junto con el gobierno, trabajan para insertar y promover el consumo de pescado desde la escuela”.
Fuente: Revista Puerto