El Puerto de Rawson, ubicado en la provincia de Chubut, Argentina, ha experimentado un significativo aumento en las descargas de anchoíta en los últimos años, reflejando un cambio notable en las prácticas pesqueras locales y generando un impacto económico y ambiental considerable en la región y en Mar del Plata, receptor en su mayoría de esta especie.
Desde los últimos años, las descargas de anchoíta en Rawson han mostrado una tendencia de crecimiento constante y acelerada. En junio, se alcanzó un récord histórico con descargas que superaron las 2.122 toneladas de anchoíta, subrayando el potencial económico de esta actividad en la zona y la disponibilidad de biomasa cercana al puerto de Rawson.
El incremento en las descargas puede atribuirse a diversos factores, incluyendo políticas empresarias de diversificación pesquera que han incentivado a los pescadores a explorar nuevas oportunidades, como la captura de anchoíta como alternativa al langostino con una mano de obra significativamente menos onerosa.
Además, las mejoras en la infraestructura portuaria han facilitado el manejo eficiente y la comercialización de las capturas, consolidando a Rawson como un punto estratégico en la industria pesquera regional. Condiciones oceanográficas favorables, como la disponibilidad de alimento y las corrientes marinas, también han contribuido al aumento de la presencia y abundancia de anchoíta en las aguas cercanas.
Este crecimiento ha generado múltiples impactos en la economía local, incluyendo la creación de empleo en el sector pesquero y actividades relacionadas, así como el fortalecimiento de la economía regional mediante mayores ingresos y una diversificación de las fuentes de ingreso. Además, ha dinamizado las operaciones del Puerto de Rawson, aumentando los envíos a Mar del Plata, quienes absorben más del 95% de la producción con destino plantas conserveras.
A pesar de estos beneficios, el aumento en las descargas de anchoíta también plantea desafíos que deben abordarse para garantizar a largo plazo de la actividad, y es el complejo manufacturero que absorbe tamaño crecimiento. Hoy, las capturas abastecen desde hace algo más de 5 años los principales saladeros y conserveras de Mar del Plata. El circulo del negocio de la anchoíta se cierra cuando el polo industrial procesador, entienda que la anchoíta sureña, con algo más de grasa producto de las gélidas aguas del Atlántico Sur, permita desarrollo industrial cercano en sus complejos industriales próximos. Al final, termina siempre siendo mano de obra, conocimiento y producción argentina para el mundo.
Incluso se han hecho numerosas reuniones, oportunamente encabezadas por Adrián Awstin como Secretario de Pesca de esa provincia, para incentivar a productores de Mar del Plata con el fin de invertir en infraestructura productiva y procesadora para sostener el creciente incremento de descargas en Rawson.
La anchoíta en argentina es una especie subexplotada, por cuanto hay mucho margen para el desarrollo de toda la cadena de conversión de un pez en un producto para consumo cuyo destino, -de mediar condiciones que alienten las exportaciones- podría apuntar al mercado mundial de consumo en conserva y en otras modalidades.
En este sentido, y en virtud de los incrementos en las descargas, hace algunas horas, el representante de la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut, Raúl Cereseto, ha destacado a través de sus redes sociales el notable crecimiento en la captura de anchoíta, presentándose como una alternativa viable al langostino.