Revisión de estrategias comerciales. La zafra de langostino en Chubut avanza con una peculiar combinación de resultados: por un lado, capturas abundantes y un recurso que aparenta un buen estado biológico; por otro, un mercado internacional en crisis que pone en jaque la rentabilidad del negocio.
Giuliano Vestuti, empresario e integrante de la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh), analizó las condiciones actuales del sector y puso sobre la mesa los factores que impactan tanto en el mercado como en la viabilidad económica de las empresas.
«Venimos desarrollando una temporada muy buena en términos de captura, con más de 55.000 células a la fecha. Esto refleja que el recurso goza de buena salud y permite llevar adelante la actividad de manera eficiente», destacó Vestuti a Canal 12. Sin embargo, subrayó que el problema no radica en la capacidad de captura, sino en las complicaciones comerciales que afectan la colocación del producto en los mercados internacionales.
Un mercado deprimido
El dirigente empresarial explicó que la situación comercial se ha vuelto compleja debido a varios factores, entre ellos la inflación en Europa, que ha reducido el poder adquisitivo de los consumidores en los principales destinos del marisco argentino, como España e Italia. «Nos encontramos con precios en pisos históricos. Esto impacta directamente en la ecuación económica-financiera de las empresas, que se ven obligadas a revisar estrategias comerciales y de marketing», señaló.
Entre los desafíos, mencionó la creciente competencia del vannamei o camarón de cultivo, producido masivamente en países como Ecuador y Tailandia. «Solo Ecuador está produciendo más de 900.000 toneladas de camarón de cultivo. Este producto, aunque no tiene nada que ver con nuestro langostino salvaje y natural, termina afectándonos porque resulta más económico y está ganando terreno en los mercados», explicó.
Vestuti enfatizó que la diferenciación del producto es clave para enfrentar esta competencia. En este sentido, destacó la importancia de iniciativas como la certificación MSC de la pesquería en aguas de Chubut, que garantiza prácticas de pesca sostenibles, y la mejora en aspectos como el packaging y la comunicación para posicionar el gambón argentino como un producto premium, tal como lo definió este martes el embajador alemán, Dieter Lamlé, tras recorrer la planta de Iberpesca.
Asimismo, sostuvo que, ante la necesidad de algún actor, el valor de banquina no levanta o es irregular. Como armador se mostró preocupado de que la única forma de competir sea desde el precio. Consideró que se debe pensar en conjunto cómo paliar la situación, teniendo en cuenta la perforación constante en los precios de banquina que genera imprevisibilidad, según publicó Canal12.
Problemas estructurales y la necesidad de políticas de apoyo
En el terreno nacional, el miembro de CAFACh subrayó que las variables macroeconómicas de Argentina continúan incidiendo en el desarrollo del sector. «Seguimos enfrentando inflación en dólares y altos derechos de exportación que afectan la competitividad y rentabilidad del negocio», afirmó. En esa línea, pidió medidas concretas por parte del Gobierno, como la suspensión de los derechos de exportación para los productos pesqueros, tal como se implementó en el agro. «Es urgente y necesario que se tomen estas decisiones para ganar terreno en competitividad», insistió.
Finalmente, Giuliano Vestuti destacó la necesidad de una revisión integral del sector para adaptarse a los cambios globales y garantizar la sostenibilidad económica de la actividad. «Es un momento difícil, pero también una oportunidad para replantear cómo hacemos las cosas y trabajar en conjunto para que el langostino argentino siga siendo un producto valorado en todo el mundo», concluyó.