El Golfo San Jorge es una importante área de desove, reproducción y crecimiento de langostino en Argentina, al igual que la costa de Chubut en aguas jurisdiccionales de esa provincia.
En 2018, el Consejo Federal Pesquero (CFP) aprobó un conjunto de medidas de administración para esta pesquería, entre las que se incluyó un compromiso anual de las provincias de Chubut y Santa Cruz de no permitir la captura de langostino en el golfo y como consecuencia recibir una compensación de volumen de captura sobre la especie.
Este compromiso se renovó anualmente en 2022, con una vigencia hasta el 30 de marzo de 2023. Sin embargo, en noviembre de 2023, la Secretaría de Pesca de la Provincia de Santa Cruz solicitó al CFP una prórroga de este plazo.
El pedido se fundamentó en el inminente cambio de autoridades gubernamentales en la provincia. El gobierno saliente consideraba que corresponde a las autoridades entrantes tomar decisiones respecto a las medidas de administración de la pesca de langostino, una de las principales pesquerías tanto para la provincia como para el país.
El CFP aceptó el pedido de Santa Cruz y decidió prorrogar el plazo para la ratificación del compromiso de no permitir la captura de langostino en el Golfo San Jorge hasta el 30 de marzo de 2024.
Impacto de la prórroga
La prórroga de la prohibición de pescar langostino en el Golfo San Jorge tiene un impacto positivo en la conservación de esta especie. El langostino es una especie pelágica que se distribuye en aguas de la plataforma continental. En el Golfo San Jorge, la especie se encuentra en una etapa crítica de su ciclo de vida, por lo que la protección de su hábitat es fundamental para su supervivencia.
La prórroga también tiene un impacto positivo en la economía de las provincias de Chubut y Santa Cruz. La pesca de langostino es una actividad económica importante para ambas provincias, por lo que la prohibición de la pesca en el Golfo San Jorge representa una pérdida de ingresos para los pescadores y las empresas pesqueras. Sin embargo, la prórroga de la prohibición permite preservar el recurso para las generaciones futuras, lo que a largo plazo puede generar beneficios económicos aún mayores.
Posibles escenarios
La prórroga del compromiso de no permitir la captura de langostino en el Golfo San Jorge es una medida temporal. El CFP decidirá si prorroga el compromiso nuevamente en marzo de 2024, o si autoriza la apertura de la pesquería.
Si el CFP decide autorizar la apertura de la pesquería, es probable que se produzca un aumento de la presión pesquera sobre la especie. Esto podría tener un impacto negativo en la conservación del langostino, por lo que es importante que se tomen medidas para garantizar que la pesquería se realice de manera sostenible.
Entre las medidas que podrían tomarse para garantizar la sostenibilidad de la pesquería se encuentran:
Establecer límites de captura por barco y por temporada.
Implementar un sistema de control y vigilancia efectivo para garantizar el cumplimiento de los límites de captura.
Realizar estudios científicos para evaluar el estado de la población de langostino por parte del INIDEP, incluso en aguas adyacentes.
El CFP deberá considerar estos factores a la hora de tomar una decisión sobre la apertura de la pesquería en 2024, una agenda ardua de labor para regular la actividad de ese sector del mar argentino.