La reciente incorporación de conductores de máquinas navales a la flota artesanal generó una reorganización interna que impacta tanto en los gremios como en el sector empresarial. En una recorrida por el puerto, referentes sindicales explicaron el alcance de la nueva disposición que modifica las dotaciones de seguridad exigidas por Prefectura Naval.
Mariano Vilar, secretario General del gremio SICONARA destacó que la actualización normativa responde a criterios de seguridad y no a disputas laborales. “Estamos muy contentos porque pudimos embarcar a los compañeros en la flota artesanal priorizando la seguridad de la navegación”, señaló. Subrayó que la resolución —que tiene origen en una norma de 2009 ahora determina la dotación de seguridad según la potencia efectiva de cada embarcación, lo que obliga a sumar el puesto de jefe conductor en buques que antes no lo requerían.
Vilar remarcó que se trata de una medida de alcance nacional y explicó que muchas embarcaciones que operaban con conductores de menor categoría deberán adecuarse. En ese sentido, enfatizó un punto clave ante las inquietudes del sector:
“No vinimos a ocupar el puesto de trabajo de nadie”, una aclaración dirigida a evitar confusiones con otros gremios ante la reconfiguración temporaria de las tripulaciones.
Desde la seccional Rawson, el secretario gremial #GermánVelasco informó que 37 conductores fueron incorporados a la flota local y que el sindicato venía preparando el recambio con anticipación. Explicó que el desfase principal surgió porque el sector empresarial no había avanzado a tiempo en la adaptación de las dotaciones, lo que obligó a bajar momentáneamente a un marinero para cumplir la exigencia de Prefectura.
Velasco informó que ya trabajan junto a la Cámara Empresaria y los gremios para reincorporar a esos tripulantes, adecuar certificados de seguridad y garantizar que la dotación de explotación vuelva a su equilibrio habitual. “Nosotros somos maquinistas, cuidamos las máquinas y no venimos a reemplazar a nadie”, sostuvo, insistiendo en que el objetivo es mejorar la seguridad sin generar pérdida de empleo. Incluso se estableció un incentivo económico para los buques que reincorporen al marinero desplazado.
La implementación plena de la nueva dotación apunta a elevar la seguridad a bordo y asegurar que la calidad del producto no se vea afectada mientras se ordena la transición en el sector artesanal, remarcó Vilar.
Fuente: El Canal de la Gente