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El SOMU envió una nota al CFP solicitando la derogación del decreto de renovación de flota y la revisión de los permisos dados en los últimos cinco años para el langostino. Consideran que en ningún caso se tuvo en cuenta la seguridad del marinero. En igual sentido critican las justificaciones de inactividad.
Desde el SOMU señalaron que para lograr un desarrollo sustentable es necesario que se tomen una serie de medidas “encaminadas a una administración eficiente y responsable de los recursos naturales” y en ese sentido realizaron un petitorio al Consejo Federal Pesquero solicitándoles la derogación del Decreto 145 de renovación de flota; revisión de los permisos dados en los últimos cinco años y que se genere trabajo en Mar del Plata a partir del reprocesamiento del langostino, que consideran debe ser descargado en la Patagonia para preservar la calidad.
Dirigiéndose a las autoridades cuestionaron que “dan permisos a barcos obsoletos y encima tratan una renovación de flota a 20 años para reemplazar barcos de 40 años, pudiendo prorrogarse. Esto es algo inaceptable para esta entidad, no podemos permitir que nuestros afiliados de la pesca estén desarrollando una de las profesiones consideradas más riesgosas del mundo y sumar más inseguridad”. En consecuencia, pidieron la derogación del Decreto 145 como así también la inclusión del gremio en las decisiones de manejo y control del recurso.
Indicaron que el Subsecretario de Pesca y el Consejo Federal Pesquero deben establecer los requisitos y condiciones que deben cumplir los buques teniendo en cuenta la seguridad y el recurso y se preguntaron: “¿Qué clase de seguridad les dan a las tripulaciones dando permisos a buques con más de 40 años de antigüedad que llevan años inactivos y que no cumplen con las condiciones de navegabilidad?”
“El Poder Ejecutivo, el Ministro de Producción y Empleo; el Secretario de Agroindustria, el Consejo Federal Pesquero; el Subsecretario de Pesca; la autoridad Naval y las empresas, serán responsables de los nuevos siniestros y muertes que pudieran ocurrir fundados en la antigüedad de los buques pesqueros”, sentenciaron desde el gremio marítimo.
El secretario General, Raúl Durdos, y el Secretario de Pesca del SOMU se refirieron a las justificaciones de inactividad diciendo que, “las autoridades no tienen en cuenta la inseguridad que causan al permitir que barcos que hace tiempo están parados o inactivos, vuelvan a navegar” y remarcaron el hecho de que no se tenga en cuenta su historial de pesca ni las condiciones adversas que deberán soportar en el sur donde irán a pescar. “La mayoría de estos barcos proviene de la zona norte y de otro tipo de pesca, son trasformados, se les agregan tangones cambiando su estabilidad, esta problemática queda demostrada con el alto índice de siniestros ocurridos, que en su gran mayoría son barcos fresqueros”, afirmaron.
“Resulta necesario modernizar la flota pesquera, reemplazando los buques de mayor antigüedad por buques nuevos, que le den seguridad operativa a sus tripulaciones, porque los marineros salen a ganarse dignamente su jornal y las distintas autoridades tienen la obligación de garantizar su seguridad” dice Durdos; y agrega más abajo que no se puede, en aras de la rentabilidad económica, “menospreciar la vida de los trabajadores marineros”.
Por otra reclamaron al Gobierno que se formulen políticas públicas claras que garanticen la sustentabilidad de los recursos y citando el Convenio OIT 188, vigente desde noviembre de 2017, indicaron que es necesario contemplar tanto la rentabilidad del negocio como la seguridad de los tripulantes y la sustentabilidad del recurso.
La nota, que fue enviada al Consejo Federal Pesquero, incluye un petitorio de tres puntos que además de la derogación del Decreto 145 contiene el pedido formal de revisión de todos los permisos otorgados en los últimos cinco años, “porque atentan contra el recurso, puestos laborales y economías regionales, teniendo en cuenta los últimos informes del INIDEP”.
Y finalmente se solicita, en función de la calidad del recurso y la ocupación de mano de obra, que “se descargue y procese el recurso pesquero en la zona sur, fundamentado en el tiempo perecedero del langostino y las distancias con los puertos del norte, porque se reduciría en un alto porcentaje el procesamiento final.
Al ser consultado por este medio Juan Navarro, secretario de Pesca del SOMU, sobre la intencionalidad de este último pedido, señaló que “les propusimos a los empresarios y funcionarios que para cuidar la calidad del producto se debe descargar todo el langostino que se pesca en el sur en los puertos patagónicos, porque el langostino de un fresquero llega en muy mal estado a Mar del Plata; y que para atender la desocupación de esa ciudad se lleven las pastillas de 10 o 15 kilos que se procesan en la Patagonia, en lugar de mandarlas a Perú, China, Guatemala y todos los países a donde se mandan para reprocesar. De esta manera podríamos mantener la calidad, dar trabajo y agregar valor”.
No es la primera nota de este tipo que el gremio marítimo ingresa al Consejo Federal Pesquero, pero hasta ahora nunca se han tratado en las reuniones los requerimientos del SOMU. Probablemente lo mismo ocurra con este documento.
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