En el día de ayer se reunieron las cámaras y el SOMU en la Secretaría de Trabajo en el marco de la reunión paritaria para tratar el aumento de los básicos de navegación. Las empresas mejoraron la oferta del máximo estipulado por el gobierno para acercarse al ajuste por IPC que pide el gremio, pero no se logró llegar a un acuerdo.
Por tanto, la autoridad laboral decidió pasar a un cuarto intermedio y se fijó fecha para la próxima reunión, que se realizará el 4 de junio. La conciliación obligatoria sigue vigente y sumada la prórroga de cinco días se extenderá hasta el 6 de junio, momento en el que, de no arribar a un acuerdo, las partes quedarán liberadas y el gremio volvería al estado anterior de paro total de actividades.
Paralelamente, los empresarios de la flota tangonera congeladora realizaron ayer una reunión vía zoom para acordar la estrategia de negociación con el SOMU y el SIMAPE en lo que será la primera audiencia ante las autoridades laborales. Se conformó una comitiva de nueve integrantes, tres por CEPA, tres por CAPIP y dos por CAPECA, ocupando el tercer lugar Dario Baroli, el nuevo vicepresidente de Conarpesa.
Las empresas han propuesto una baja del 30% en el “sueldo proporcional por producción” y que el salario básico sea absorbido por la producción cuando los tripulantes están embarcados; también propusieron que se establezca claramente que el aguinaldo es la doceava parte del salario devengado en el semestre y que la incapacidad laboral temporal se calcule sobre la base de las últimas doce remuneraciones sujetas a retenciones previsionales.
Más allá de las modificaciones propuestas, entre las empresas que acordaron una postura única quedó claro que había margen para las negociaciones, siendo la baja del 30% la condición innegociable. Si este punto no se acepta no habría acuerdo posible.
A juzgar por las declaraciones públicas del SOMU a través de las redes sociales y las declaraciones de sus dirigentes, nada permite inferir que las negociaciones se encaminarán hacia un acuerdo, sino todo lo contrario.
“Los señores empresarios quienes dicen ser su familia y que ustedes son sus colaboradores, están pidiendo en el Ministerio de Capital Humano de la Nación que el SOMU comprenda su situación de crisis y acepte una rebaja de más del 50% de sus salarios”, afirmaron haciendo referencia a las modificaciones sugeridas además de la baja en producción.
Las empresas hoy presentarán los análisis de costos de producción de un buque tangonero que el SOMU se ha negado a ver hasta tanto se hiciera, de manera formal, ante las autoridades laborales. Con los números sobre la mesa seguramente habrá puntos por discutir como el impacto de los marineros en el costo laboral; pero las cifras de la rentabilidad negativa quedarán expuestas.
El SOMU sostiene que no es el 60% del costo laboral y es cierto, ese es el costo salarial total y la marinería representaría alrededor del 40% según los cálculos de las empresas, correspondiéndole el resto a la oficialidad. De todas formas, este índice es muy superior al 18% que dice representar el SOMU y sobre el cual se desconoce análisis de costos que lo avale. Habrá que ver si hoy presentan documentación respaldatoria durante la audiencia.
Desde el gremio aseguran tener el total apoyo de los marineros, pero solo de los que se manifiestan: “Creemos firmemente que casi el 100% de los marineros se ha expresado en las distintas movilizaciones que se han realizado en todo el país, diciendo que no aceptan lo requerido por las cámaras pesqueras”.
Esto no es lo mismo que decir que casi la totalidad de los marineros lo apoyan. La mayoría de los tripulantes de la flota tangonera congeladora no navega desde septiembre del año pasado y perder junio les implica además perder también el aguinaldo. Eso quizás explique la postura tanto menos indeclinable de las tripulaciones cuando son contactadas por la patronal.
Tan es así, que ante la posibilidad de que algunos marineros terminen aceptando las condiciones de las empresas para salir a navegar, desde el SOMU han publicado una serie de recomendaciones a los tripulantes, indicándoles que cuando las empresas los citen a embarcar deben hacerlo para no incumplir con “la relación contractual” pero que no deben firmar nada distinto al Convenio y que si firman no tendrá validez.
“Lo que no se debe hacer es firmar nada por debajo de los valores establecidos en los Convenios Colectivos de Trabajo que están homologados” y “cualquier acuerdo individual no tiene valor legal”, indicaron, agregando que, si se encuentran en situación de firmar algo diferente, “deben informar a los representantes sindicales del SOMU, los dirigentes de cada puerto estarán atentos a tomar las medidas que sean necesarias”, sostuvieron.
Las negociaciones recién comienzan y prometen prolongarse.