Sur Trade cerró Mar del Plata. “Estamos llegando a un punto de no retorno y no por nuestra impericia”, advirtieron desde la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca en su último comunicado conocido el lunes por la mañana. Pocas horas después esa premonición toma visos de realidad con nombres propios y cientos de víctimas entre los obreros del pescado.
El Frigorífico Sur Trade, cuya planta industrial se ubica en Av. Edison 1040, a pocas cuadras del puerto marplatense, decidió cerrar sus puertas e indemnizar al personal de la cooperativa “Cabo Corrientes” que reprocesaba merluza y demás especies de origen marino en sus propias instalaciones. Sur Trade es uno de los veintidós socios que conforman la cámara.
La información fue confirmada por distintas fuentes empresariales y el propio sindicato de trabajadores del pescado. Calos Mata, el referente del frigorífico, aseguró que vendió sus acciones hace un año y medio, al tiempo que dijo no saber a quién se lo había vendido.
Otras fuentes consultadas confirmaron a este medio que detrás de las sociedades de Sur Trade estaba el propio Mata junto con otro socio financiero, de apellido Focco, quien se había retirado del negocio ante la falta de rentabilidad.
En soledad y con un horizonte desalentador para el negocio, el empresario habría decidido dar un paso al costado y bajar la persiana. Lo mismo había hecho un tiempo atrás en “Perla del Este”, el emprendimiento que Mata montó en San Antonio Oeste donde diversificó inversiones tras recurrentes conflictos laborales en la planta de Mar del Plata.
En el gremio sabían de la delicada situación en Sur Trade porque algunos integrantes de la cooperativa Rosamar y Cruz del Sur fueron a buscar asesoramiento ante el cierre del frigorífico. Ambas fasoneras realizaban el corte de merluza y sus referentes están en conversaciones con Adriana Comisso, la abogada de Sur Trade, para arreglar las indemnizaciones, publicó rp.
“En las condiciones en que está el sector, que cierre y pague las indemnizaciones es un lujo”, confió un industrial con el que tuvo contacto este medio y que estaba al tanto de la suerte de los más de doscientos trabajadores entre los que operaban en el frigorífico y cortaban en las plantas satélites.
“Lo que se viene es muy complejo y estamos absolutamente solos. Al gobierno no le interesa la suerte de esta industria ni de ninguna otra”, aseguró otra fuente empresaria que pidió conservar el anonimato para evitar represalias.
En el SOIP aseguraron que el cierre de Sur Trade también afecta el funcionamiento de “La Nueva Arhehpez”, la cooperativa que funciona en Belgrano y Champagnat. “Ellos cortaban con frecuencia pescado del frigorífico. Como dadores solidarios también tendrán que arreglar a esos trabajadores”, anticipó una fuente allegada a Cristina Ledesma.
Las alarmas también se encendieron en “Pampa Fish”, el frigorífico de Oscar Poletti donde las exportaciones pesqueras han resignado protagonismo ante la producción de vegetales y otro tipo de carnes. La empresa también es socia de Cafrexport.
“Venimos de un año de pérdidas con la exportación de filet y este creemos que puede ser peor. Lo único que podemos hacer por el momento es producir lo menos posible para cubrir el garantizado”, contó el industrial ante la consulta de este medio.
Entre empleados del SOIP y de Comercio en el establecimiento ubicado en Talcahuano 841 trabajan unas cien personas. “Nosotros nos fuimos diversificando desde hace algunos años y no dependemos en un 100% de la exportación. Hoy en nuestra empresa representa solo un 30% de la facturación y nos duele. No me quiero imaginar el que solo vende afuera”, reconoció el empresario.
Si la apatía e indiferencia que exhibe el gobierno nacional a la hora de entender la grave crisis de rentabilidad que atraviesan los eslabones vinculados al reproceso de pescado fresco en tierra se mantiene, el estallido social que se producirá en Mar del Plata será inevitable y no podrá ser aplacado más allá de acuerdos indemnizatorios más o menos favorables para los trabajadores.