Temporada irregular y esperanza. Giuliano Vestuti, empresario pesquero y armador de la flota amarilla, compartió sus análisis sobre el inicio de la temporada de pesca de langostino. Desde su perspectiva como propietario de barcos, destacó tanto los aspectos positivos como los desafíos que enfrenta la industria pesquera en la actualidad. Las primeras semanas de noviembre se caracterizaron por una captura irregular, con un clima favorable que permitió una mejor continuidad de las operaciones y un cierre positivo del mes.
Condiciones de la pesca en noviembre
El comienzo de la temporada fue complicado, según indicó Vestuti. Durante los primeros veinte días de noviembre, las capturas fueron irregulares y no hubo langostinos disponibles para todos los barcos todos los días. “No se dieron lances extraordinarios y la flota no operó en la misma zona dos días seguidos”, explicó el empresario. Sin embargo, a partir del 20 de noviembre, la abundancia de langostinos aumentó, con cardúmenes visibles tanto al norte como al sur de Rawson. Esto permitió que la flota se dispersara y lograra buenos niveles de captura en distintas zonas.
El panorama en diciembre
Vestuti adelantó que diciembre será un mes irregular debido a las condiciones climáticas y al receso por las fiestas de fin de año. A diferencia de años anteriores, no espera que las capturas de este mes sean tan abundantes. “Al regreso de los días de mal tiempo cuesta ubicar nuevamente al recurso”, comentó, lo que podría resultar en un mes con menos volumen de pesca en comparación con otros años.
Frustración por los precios en la banquina
Uno de los puntos más críticos que mencionó el armador fue la frustración que genera la fluctuación de los precios del langostino en la banquina. A pesar de los esfuerzos por mejorar la competitividad de la flota y obtener el sello de certificación MSC, el mercado no parece reconocer estos esfuerzos, lo que afecta directamente los ingresos de los empresarios pesqueros. “La única variable de ajuste es el precio de la materia prima, y eso es frustrante”, expresó Vestuti, quien lamentó que la industria dependa tanto de la reducción de precios para mantenerse competitiva.
Hacia una mejora en la competitividad
A pesar de los desafíos, el empresario subrayó el esfuerzo de la flota amarilla por mejorar. Desde 2018, la flota ha estado trabajando en un proyecto de mejoramiento de la pesquería, con la implementación de observadores a bordo y el cumplimiento de estándares internacionales. “Esta flota es la más renovada de Latinoamérica”, destacó, explicando que más del 50% de la flota cuenta con observadores que recopilan datos en cada jornada de pesca.
Vestuti enfatizó la necesidad de explorar nuevas alternativas para mejorar la competitividad sin depender solo de los precios bajos en la banquina. “Debemos ser más agresivos en marketing y mantener los valores de venta del producto final”, sugirió, añadiendo que los precios en Europa no bajan y que los productores locales deben recibir un valor acorde a la calidad del marisco.
Un futuro incierto pero optimista
A pesar de la incertidumbre y los desafíos económicos, Giuliano Vestuti expresó su optimismo respecto al futuro de la flota. Con un enfoque en la mejora continua y el cumplimiento de estándares internacionales, la flota amarilla se posiciona para competir en el mercado global con productos de alta calidad. Sin embargo, sigue siendo crucial encontrar soluciones conjuntas para estabilizar los precios y garantizar la competitividad de la industria pesquera a largo plazo.