En una asamblea realizada este martes en la seccional de Puerto Madryn del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), los trabajadores del sector ratificaron su rechazo a la rebaja del 30% en los salarios impulsada por las cámaras empresarias y decidieron solicitar al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, que intervenga activamente en el conflicto que mantiene paralizada la actividad pesquera en la región.
Durante el encuentro, los marineros denunciaron que varias empresas no cumplieron con el pago del salario garantizado establecido en el convenio colectivo, y advirtieron que se trata de una forma de presión y desgaste que agrava la situación de las familias marítimas. “Esto es una extorsión más de las patronales, que iniciaron este conflicto con un lock out y ahora quieren avanzar sobre derechos básicos, como ya lo hicieron con los trabajadores relevos, que ni siquiera perciben el sueldo básico ni cuentan con cobertura de obra social”, señalaron.
Frente a este panorama, se definió reclamarle al gobernador que retome las gestiones con el Gobierno Nacional y medie para destrabar el conflicto, con garantías claras de respeto al convenio y los salarios. Advirtieron que, de no haber respuestas, se podrían adoptar nuevas medidas de fuerza.
Sin embargo, también hubo fuertes cuestionamientos internos a la conducción del SOMU, especialmente a nivel nacional. Algunos afiliados manifestaron su malestar por la falta de acciones concretas y la desorganización en las decisiones gremiales. “No hay planificación ni rumbo claro”, expresaron.
“Mientras algunos compañeros ya están reclamando sus puestos y su efectividad, la dirigencia se limita a promesas vacías. Siguen cobrando todos los meses, pero no presentan soluciones. Ayer se les pidió que elaboren un petitorio para entregarle al gobernador y hoy no lo tenían listo” indicaron.
Las críticas más duras estuvieron dirigidas al secretario general, Raúl Durdos, y su equipo. “Esta conducción ya no tiene margen. No escucha, no se sienta con las cámaras, no defiende el convenio. Solo hay maltrato a los afiliados y ausencia de respuestas. Lo que se necesita es un plan de lucha serio y transparente, no gritos ni amenazas internas”, afirmaron.
En ese contexto, surgieron incluso planteos para que se renueve la conducción del sindicato. “La consigna de ‘no a la baja’ ya no alcanza. Necesitamos recuperar la actividad sin ceder derechos, pero con un gremio que esté a la altura”, concluyeron.
Fuente: Pescare