Las tribus indígenas estadounidenses de Yakama y Lummi pidieron este lunes al Gobierno derribar las presas Bonneville, The Dalles y John Day en el río Columbia para salvar las orcas en peligro de extinción y restaurar la pesca tradicional de salmones, así lo informó EFE.
Los líderes de estas naciones indígenas manifestaron su deseo de restaurar los lugares de pesca tradicional garantizadas en un tratado hace más de 150 años durante una “histórica” reunión con motivo del “Día de los pueblos indígenas”.
“Las presas del río Columbia se construyeron sobre una base legal falsa y diezmaron las pesquerías, los alimentos tradicionales y los lugares de cultura de la nación Yakama”, manifestó JoDe Goudy, presidente de la tribu Yakama, en las cercanías de las cataratas de Celilo, antigua zona de pesca de las tribus en la frontera de los estados de Oregón y Washington.
Goudy y Jay Julius, presidente de la tribu Lummi, se reunió hoy con otros líderes tribales en lo que queda del centro pesquero y cultural de la que fue la pesquería de salmón más productiva del mundo durante aproximadamente 11.000 años.
Las cataratas de Celilo fueron sofocadas debajo del embalse de la presa de Dalles tras su construcción en 1957.
Los líderes tribales dijeron en una conferencia de prensa que el tratado de 1855, en el que 14 tribus cedieron 4,6 millones de hectáreas a Estados Unidos, se basó en la creencia falsa de que el país tenía derecho a tomar la tierra debido a “un mandato cristiano”.
Según el tratado, la tribu Yakama retuvo el derecho a pescar en todos sus sitios tradicionales, pero la construcción de enormes presas de cemento a lo largo del río Columbia entre 1930 y 1960 con el objetivo de generar energía para una población no nativa en auge, destruyó lugares de pesca tradicionales para los nativos e hizo imposible que el salmón completara su migración.
Durante todos estos años, ecologistas han pedido la eliminación de las represas, operadas por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés) que abastece de energía a toda la región como parte de la red hidroeléctrica que se extiende a lo largo de los ríos Columbia y Snake.