El empresario pesquero de la flota amarilla de Rawson, Giuliano Vestuti, al igual que otros referentes de la CAFACH, estuvieron presentes en la multitudinaria Feria de Barcelona, la más grande desde sus inicios con más de dos mil expositores provenientes de todo el mundo.
Al evaluar lo que dejó la Seafood Expo Global 2024 dijo que “en cuanto al langostino vemos que los mercados se encuentran retrotraídos, tal como venimos sufriendo hace varios meses, y genera angustia e incertidumbre para lo que viene. Igualmente tenemos la expectativa que esto mejore y en el corto plazo contar con datos positivos”, indicó.
Vestuti puso de relieve los pasos dados en vías de lograr la certificación del langostino de Chubut “lo que nos permitiría abrir puertas y poder ingresar a nuevos mercados. Sería muy positivo tanto en la preservación del recurso como sus efectos en materia comercial”, consideró el armador.
“Estamos muy cerca que la MSC otorgue la certificación, se está en la última etapa que se determine ese sello, estamos en la recta final y desde la flota junto a las plantas procesadoras es algo que hemos llevado adelante con Cedepesca, ajustándonos a los requerimientos que demanda este proceso”, contó sobre el proceso en marcha.
Por otro lado, y en cuento al fracaso de la última temporada de pesca de Rawson, sostuvo que “no se puede trabajar con el nivel de conflictividad con el que lo hemos hecho en los últimos meses y sin dudas hay que apelar al diálogo y la búsqueda de consenso para llegar a un entendimiento”, sugirió.
“Hay un mercado que manda que hoy lo podemos percibir aquí en la Feria de Barcelona, que impone condiciones y hay factores que complejizan la situación. España también tiene niveles inflacionarios, no como los de Argentina, pero sin dudas repercute en el bolsillo del consumidor y a un producto de lujo como en langostino nuestro hacen que dejen de consumirlo”, detalló en cuanto a uno de los factores que han hecho caer la demanda de la especie Pleoticus muelleri.
Giuliano Vestuti admite que la caída de precios no parece avizorar un repunte en el corto plazo. “La foto que queda y me llevo es que el langostino aparece buscando un mercado más popular dónde tenga un dinamismo mayor durante el año y que no sea solamente sea consumido en fechas festivas y puntuales, para poder fluir”, planteó como alternativa.
“Otro problema que tenemos nosotros es que el competidor directo que es el vannamei que ofrece nada más y nada menos que 900.000 toneladas este año y eso genera que los comerciales, las cadenas de distribución, los supermercados se encuentren en una situación delicada a la hora de vender que complica al langostino argentino”, afirmó el referente de la CAFACH.
En ese contexto “debemos buscar de ser competitivos y la única forma pareciera ser de los costos. Esto requiere de una madurez de todas las partes y no podemos naturalizar los conflictos”, concluyó.
Fuente: Parte de Pesca