Zafra de calamar Malvinas. El año pasado, la pesquería de calamar loligo en las Islas Malvinas experimentó un hecho sin precedentes: la cancelación de la segunda campaña anual debido a la escasez del recurso. Esta situación generó preocupación tanto en el sector pesquero como en las autoridades locales, quienes monitorean de cerca el estado de la población de calamar, con fuerte impacto en las empresas mixtas isleño-gallegas.
El Departamento de Recursos Naturales del gobierno malvino, responsable del seguimiento de la pesquería, cuenta desde hace unas semanas con un nuevo director, James Wilson, quien anteriormente se desempeñaba como segundo de a bordo. Wilson reemplaza en el cargo a Andrea Clausen y ahora tiene la responsabilidad de supervisar las pesquerías de las islas, un sector clave que representa el 60% del Producto Interno Bruto (PIB) del territorio.
La temporada actual de captura de calamar Loligo inició con un ligero retraso, acordado tras consultas con el sector pesquero. Si bien los estudios preliminares indicaron una biomasa suficiente para la apertura de la campaña, surgieron preocupaciones sobre el tamaño del recurso. Se esperaba que el inicio de la campaña suceda el 23 de febrero, pero decidieron posponerlo para el 1 de marzo, para permitir un mayor crecimiento del calamar y favorecer la inmigración de ejemplares de mayor tamaño (como si 7 días fuesen suficientes para desarrollar calibres compatibles de valor comercial).
El reciente estudio de precampaña reveló que la población de la primera temporada se encuentra en un nivel adecuado para la actividad pesquera. No obstante, los datos muestran que se trata de la menor biomasa registrada en los últimos cinco años y que está levemente por debajo del promedio de los últimos 20 años. Ante esta situación, el Departamento de Pesca adoptará un enfoque conservador en la modelización de la biomasa durante la temporada, ya que esta evaluación es determinante para decidir si la pesquería se mantiene abierta o si debe cerrarse anticipadamente.
Dicha exploración, presentada como un estudio con criterios científicos, fue realizada por el Buque Pesquero Golden Chicha de bandera española. Según los datos recabados, la abundancia de calamar en las áreas habituales de reclutamiento de juveniles es suficiente para augurar una buena campaña. «Las cantidades en zonas habituales de reclutamiento de juveniles son abundantes, llevamos cuatro días capturando 400 toneladas en la campaña científica «, aseguró Francisco Javier Touza, dueño del buque y uno de los principales socios españoles en la explotación de este recurso migratorio argentino, que hace algunos meses sufriera el traspié con el buque hundido en aguas al Este de las islas, Argos Georgia.
Si bien sorprendió el volumen de la biomasa, cuando se esperaba mucho menos, las tallas parecen acordes a un desfase temporal en su crecimiento. Las temperaturas del mar, podrían estar condicionando el desarrollo y evolución del plancton y fitoplancton, elemento basal y preponderante para el inicio de la cadena trófica de la especie, publicó Pescare.
A pesar de este panorama, se espera que el calamar alcance el peso y tamaño adecuado para su comercialización en los próximos días. Mientras tanto, los 17 buques que conforman la flota mixta, compuesta por capital vigués y de Malvinas, operarán en la pesca de merluza y también de calamar illex, aunque fuera de la zona marítima de Malvinas.
Fuera de las aguas jurisdiccionales, la actividad pesquera se desarrolla junto a una flota compuesta por unos 327 buques asiáticos y europeos que operan al borde de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina, extrayendo recursos pesqueros de manera intensiva, aunque se supo, que los poteros, han bajado sustancialmente los volúmenes diarios de captura, en una zafra que aparenta ser regular comparada a años anteriores.
Touza, con amplia experiencia en la actividad pesquera, estimó que la captura total durante la temporada podría alcanzar las 50.000 toneladas de calamar.
Touza resaltó que la flota gallega se beneficia de un acuerdo histórico que otorga derechos de pesca a largo plazo. «Se trata de 16 embarcaciones que han asegurado derechos de pesca por un período de 25 años, lo que constituye un privilegio y una ventaja significativa para la sostenibilidad del sector «, afirmó el presidente de la cooperativa. Asimismo, subrayó que esta concesión a largo plazo es un elemento clave para una gestión pesquera responsable, permitiendo no solo optimizar el rendimiento económico inmediato, sino también garantizar la viabilidad y continuidad de la industria en el futuro.