El presidente del Colegio de Ingenieros de Chubut, José María Molina, se refirió a la descarga de efluentes (residuos) en el Parque Industrial Pesquero de Puerto Madryn, a raíz de una situación ocurrida el pasado sábado donde el Ministerio de Ambiente de Chubut recibió una denuncia anónima.
En diálogo con AzM Radio, Molina explicó que «esto parece ser una situación habitual cuando existe un exceso de producción o un ingreso no manejado de materias primas en cualquiera de estos establecimientos de industrialización pesquera» y planteó que «además del pescado y los mariscos, la pesca trabaja con agua como materia prima; y con los residuos una vez fileteados los pescados se producen algunas de estas circunstancias si las plantas no están dimensionadas correctamente; o también algún tipo de obturación en el proceso, que resulta en un derrame que pasa a la vía pública, produciéndose estos problemas».
Residuos orgánicos
Asimismo, Molina sostuvo que «habitualmente, por la noche en Madryn sentimos, de acuerdo al viento y la humedad, olores que no son propios de un ambiente puro» y detalló que «son todos residuos orgánicos y necesitan un proceso de ataque aeróbico y una oxidación fuerte, lo cual se logra a través de los sistemas de aireación de alto costo energético o bien de los sistemas de estabilización, las denominadas lagunas facultativas».
Residuos cloacales y pesqueros
En el mismo sentido, el ingeniero señaló que «están por un lado los residuos cloacales que están al límite, y ello se ha visto con los derrames; esto funciona con energía, no hay sistema de bombeo, aireación y transporte» y agregó que «por otro lado, hay que hacer un poco de historia con las plantas pesqueras; lo que era la Dirección de Medio Ambiente de la provincia en los años 70 y 80 se transformó progresivamente en el Ministerio; la misma tenía un alto estándar técnico formado por un grupo de profesionales e ingenieros del ámbito químico, y allí se sentaron las bases para la instalación de una industria pesquera con tratamiento de efluentes acordes».
Sobreproducción
Esto último «dio buenos resultados en Madryn, pero en términos generales, las dimensiones y la capacidad de procesamiento que tienen las plantas se ha ido llevando más o menos bien; pero por supuesto que hay desbordes, sobre todo en la temporada de pesca de Rawson que abarca los meses de diciembre hasta marzo, donde vemos hace 5 o 6 años una sobreproducción de langostinos, que es lo que ha mantenido a la industria pesquera con rentabilidad», apuntó Molina, añadiendo que «toda actividad antrópica genera residuos».
Estado y ámbito privado
Sobre la responsabilidad sobre el tratamiento de dichos residuos, el titular del Colegio de Ingenieros provincial apuntó: «Los responsables primarios son las plantas. Tienen que tener un profesional acorde, con una formación apropiada, para que se haga cargo del funcionamiento. Los desechos no se pueden sacar fuera de la empresa, de lo contrario significaría que el Estado, a través de una inversión pública, tiene que hacerse cargo de los residuos. Pero en la provincia del Chubut, las plantas industriales tienen que tratar sus desechos, primaria o secundariamente».
Vientos y regeneración ambiental
«Debería existir una Policía Ambiental, hay que hacer un monitoreo permanente, tal vez semanal, de las plantas de tratamiento de residuos, de la cooperativa que trata los residuos cloacales; en definitiva, una acción conjunta para que estas cuestiones no nos superen. Madryn es una ciudad multipropósito, con una importancia turística muy grande en la Patagonia, y también es una ciudad de resguardo ecológico, de actividad pesquera muy importante; hay varios sectores productivos que no se dan en otras localidades de Chubut, por eso deberíamos ser más puntillosos en estos aspectos y considerar que el agua que consumimos no la generamos acá, la traemos del río Chubut», sostuvo el ingeniero.
Añadió que «estamos al límite de la capacidad de los dos acueductos. Hay factores a tener en cuenta: los residuos que se producen son orgánicos y muchas veces se derraman en el Golfo Nuevo. Si se considera el viento norte o el sudeste que tuvimos, produce un oleaje muy importante que regenera rápidamente el ambiente, generando una oxidación natural de la materia orgánica».