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Rigel
La Prefectura Naval Argentina emitió la Disposición 1/18 que a diferencia del documento que circuló ayer otorga 10 días en lugar de 30. Las cámaras empresarias pedirán una reunión urgente con el Ministerio de Seguridad.
El lunes circuló el texto de la Disposición 1/18 de la Prefectura por medio de la cual se daba aplicación a la Ley 22.079 del Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS) haciéndola extensiva a los barcos pesqueros. El documento, que a pie de página tenía los sellos del prefecto Mayor Luis Moreyra y el prefecto General Pablo Ruiz, otorgaba un plazo de 30 días a los pesqueros para contar con los dispositivos y medios de salvamento que hasta ahora se exigían solo en buques internacionales. Ahora, la disposición lleva además la firma de los mencionados oficiales y redujo el plazo a 10 días.
A partir de la presión ejercida por los gremios marítimos, que solo después de la tragedia del Rigel salieron a reclamar con firmeza por la seguridad en la navegación, los funcionarios nacionales habrían accedido a reducir el tiempo otorgado para ajustarse a la norma. Por otra parte la amenaza de convertir a Mar del Plata en el centro caliente de las protestas, donde justamente están los familiares de las víctimas, fue otro de los motivos que se sopesaron.
En la conferencia de prensa ofrecida ayer en la Prefectura Naval Mar del Plata, el funcionario del Ministerio de Seguridad a cargo del Comité de Crisis, Emilio Renda, confirmó a este medio que la definición en el tiempo que se otorgaría a la flota estaba sujeta a la necesidad de “bajar los ánimos” en el puerto local.
Si con la imposición del uso de los trajes de inmersión piensan que podrán calmar el desconsuelo y el enojo de los familiares por el destrato, la ausencia de información precisa y la falta de contención, no parece que estuvieran haciendo una muy buena lectura de lo que pudo verse ayer a la hora de conocerse el parte.
Los gremios están pidiendo una medida de imposible cumplimiento y los saben: no existe en el país el número de trajes necesarios para todos los tripulantes del Mar Argentino. Uno de los proveedores ya cuenta de a miles los pedidos y aseguran que cubrir la demanda llevaría por lo menos entre dos y tres meses.
“Todos los buques pesqueros mayores de 8 metros de eslora y que realicen navegación marítima con un alejamiento de la costa superior a 3 millas náuticas, deberán estar provistos de trajes de inmersión con número y talles suficientes para la totalidad de las personas embarcadas”, establece la norma.
Los trajes deben contar con las características establecidas en la normativa derivada del Convenio SOLAS y la homologación por parte de la Autoridad Marítima, debiendo encontrarse estibados en un lugar adecuado, de fácil acceso en el buque y en la condición de listos a utilizarse.
A partir de la publicación de la Disposición en el Boletín Oficial, se otorgará un plazo de 10 días a aquellos buques pesqueros que no cuenten con los dispositivos de referencia al momento del despacho. Este plazo también rige para los barcos que se encuentren navegando y en el caso de excederse, se les exigirá contar con los trajes al momento de formalizar el nuevo despacho en el puerto de zarpada.
Todo lo que no han hecho los gremios marítimos por cuidar a sus afiliados, generando las condiciones adecuadas para que puedan denunciar el mal estado de los barcos sin poner en riesgo su puesto de trabajo, hoy lo quieren suplir con la imposición inmediata del uso del traje. Mucho más útil hubiera sido que exigieran al Ministerio de Trabajo cumplir con el Convenio de la OIT haciendo las inspecciones a los barcos desde el mes de julio del año pasado, como correspondía.
Si bien el traje de inmersión es un elemento de seguridad con el que todo barco debe contar y eso no está en discusión, mientras se establece un plazo razonable para que puedan hacerse de los mismos, podría generarse otro tipo de medidas que verdaderamente protejan la vida del tripulante, como prohibir la zarpada u obligar el regreso a puerto ante un temporal.
Las Cámaras empresarias que se verían seriamente afectadas por esta medida, al igual que muchos trabajadores que están en plena temporada de langostino, pedirán mañana una reunión con carácter de urgente al Ministerio de Seguridad para evaluar alternativas. Indicaron que no buscan incumplir la norma sino que se establezca un lapso que les permita adquirir los equipos. Por otra parte, señalaron que es importante entender que no son lo trajes los que resolverán el problema de fondo, los naufragios.
Revista Puerto