Leonel Lucero, nativo de la ciudad de Lebu, a unos 145 kilómetros de Concepción, encontró en la pesca artesanal su vocación y hoy día es, junto a su señora, el principal responsable de la marca Ahumados Lucero Mora, sello que agrupa unos 80 productos provenientes del mar y cuya calidad no solo ha sido reconocida en Chile, sino más allá de sus fronteras.
Esto es más que una historia de emprendimiento y pesca artesanal; es el relato de una persona que superó varias adversidades y hoy día sueña con el reconocimiento justo del oficio que él ejerce, poniendo su trabajo en cada una de las mesas de Chile y el mundo.
Leonel contó rememorando las razones que lo motivaron a dedicarse a la pesca, que cuando llegó por primera vez a la caleta y vi los botes, a los pescadores artesanales con su típico chaleco, su gorro de lana y sus botas, se asombró de como remaban y traían los pescados, fue ahí cuando dijo ‘yo quiero ser pescador’.
Gracias al apoyo de su esposa, con quién empezó en 2001 el emprendimiento de comercializar productos del mar, y a pesar de haber tenido una infancia marcada por una mala relación con sus padres y una adolescencia de altibajos, logró salir adelante.
“Ahumados Lucero Mora nace por la necesidad de acabar con la práctica de la cadena de intermediarios. Lamentablemente, el consumidor final es el que más paga y el pescador el que menos gana en la cadena productiva”, explicó, recalcando la importancia de darle valor agregado a la producción.
De hecho, el problema de la cadena de intermediarios en la industria pesquera chilena, especialmente en la pesca artesanal, es un tema sobre el cual ya te hemos contado en una ocasión y una realidad que Leonel, desde su emprendimiento, desea cambiar.
“Lo que estamos haciendo es evolucionar; si salgo a pescar y no pillo diez toneladas sino solo una, esa la transformo en el valor de diez. ¿Qué hacemos con eso? Primero, resguardamos los recursos hidrobiológicos y, segundo, le decimos a las industrias que nos acompañen en este camino”, explicó, haciendo énfasis en la necesidad de que tanto pescadores artesanales como industriales dejen a un lado sus diferencias.
Productos de calidad con un sello ancestral
Leonel señala con asombro que en Chile se come poco pescado (algo que se destacó en la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017) y que aunque en los mares del territorio nacional abundan unas 210 especies, “la gente solo conoce cuatro o cinco”.
Dijo que están transformando la pesca del día para llevarla a la mesa del consumidor final con sabor, con aroma y que la gente conozca el pescado; que están comiendo, como lo son la reineta, el atún, la sierra, la vidriola y el pez sol.
Pero, ¿qué es lo que hace tan particular a los productos de Ahumados Lucero Mora y cómo le dan ese valor agregado? La clave está en una técnica que él define como ancestral y que, no por nada, forma parte del nombre de su marca: el ahumado.
Leonel apunta que las comunidades indígenas y de pescadores preservaban el pescado ahumándolo o secándolo. “Nosotros quisimos replicar eso con tecnología, basándonos en pequeñas cosas que hicieran un cambio, entregando calidad, valor y la conexión con el mar dentro de un frasco”.
Esa línea gourmet de Lucero Mora, tal y como se describe en su sitio web, es ahumada con madera nativa, conservada en aceite de oliva extravirgen con especias y reúne una gran variedad de productos del mar, desde los más conocidos, como el atún, el jurel y la reineta, hasta unos más particulares como el tiburón, el pez sol e, incluso, snacks de pescado seco.
“Es un estilo que queremos colocar en cada una de las mesas de Chile”, expresó Leonel, destacando que han conseguido vender sus productos desde Castro hasta Iquique y han tenido la oportunidad de exponerlos y presentarlos en Europa.
Pescar en el mar del emprendimiento
Casi dos décadas después del nacimiento de su emprendimiento, Leonel ha recorrido un camino en el que pocos logran mantener el ritmo de carrera y al que define como “muy difícil”.
“Emprender en Chile es ponerle la cara y el pecho a lo que se viene ¿El emprendedor nace o se hace? Yo respondo que se hace, porque hay personas que, como nosotros, vienen de abajo, reman contra la corriente y cuesta un mundo, pero por qué no creer en ti. El desafío es perseverar, creer y buscar una inspiración”, aseveró.
El alcance de su labor le ha permitido mostrar sus productos en el extranjero, pero, además, es uno de los finalistas del programa de emprendimiento Nada te detiene, de TVN, experiencia que describe como una de las mejores cosas que le ha pasado en la vida.
“Nada Te Detiene ha sido muy importante, puesto que pone en valor la pesca artesanal, los recursos pesqueros, además de estar codeándome con emprendedores y empresarios que han sido exitosos; eso es un plus y nos dice que estamos haciendo las cosas bien”, dijo, destacando el trabajo que ha hecho junto a Juan Carlos Hayes y Johanna Abrigo, quienes han sido sus mentores durante las distintas etapas del programa.
“Estamos muy contentos, no solo por representar a Ahumados Lucero Mora, sino a 98 mil pescadores artesanales que quieren ver un cambio y una evolución en la forma de pescar”, puntualizó Leonel.
“Cambiar el mundo desde la cocina”
Emprender le ha dejado valiosas lecciones a Leonel, así como la posibilidad de conocer otros países y realidades culturales, pero para él, una de las cosas de mayor significado ha sido “enseñarle a los pescadores artesanales a crear valor agregado”.
“Mi sueño es que ojalá en Chile seamos una gran cooperativa o agrupación de productos con valor agregado, para que terminemos con la carrera de la materia prima […] Queremos trascender, predicar lo que es la pesca artesanal, enseñándole a otras culturas de pescadores que sí pueden crear valor en lo que ellos tienen. Ahumados Lucero Mora quiere cambiar el mundo desde lo cotidiano, desde la cocina”.
