El presidente de Conarpesa, Fernando Álvarez Castellano, confirmó que el sector empresarial que posee barcos de la flota amarilla que opera desde Puerto Rawson mantienen la firme postura de acordar una salida al conflicto y que la temporada de langostino tenga garantías de previsibilidad. El ofrecimiento del valor de mil doscientos pesos para el kilogramo de langostino, con el que se liquida el concepto de producción en el sistema ‘a la parte’, es el máximo posible que puede soportar la actividad, según argumentan.
El empresario hispanoargentino subrayó el alcance de la ‘cumbre de Aguada’ en Trelew por haber juntado al diverso y heterogéneo abanico de propietarios, armadores y permisionarios de la flota amarilla y artesanal. “La reunión fue un éxito, un cien por cien de los convocados, nunca había sido posible juntar a todos, siempre era entre cámaras o los independientes por su lado, donde cada uno negociaba por su lado y cerraba acuerdos en función de su conveniencia”, diferenció lo acontecido ahora respecto a cómo actuaban con anterioridad. “Esta vez, estamos todos juntos porque realmente la situación lo ameritaba”, admitió en cuanto al contexto de crisis que afecta a la industria con la caída de demanda y precios internacionales y los elevados costos de producción a nivel nacional.
“Hubo consenso para que el precio del langostino para pagarle a los tripulantes sea de 1.200 pesos, incluso tuvimos que convencer a varios en la reunión porque no estaban dispuestos a pagar eso porque sostienen que no llegan con ese número, y como ya había habido un ofrecimiento formal de 1.200 pesos que se mantenga eso como techo”, describió sobre cómo se alcanzó ese valor a pesar que desde la flota artesanal proponían una cifra inferior del orden de los mil pesos.
Además del valor del kilo del langostino “la postura unánime es que, de aquí hasta el final de temporada, no haya nuevos reclamos en el medio, ni actualizaciones”, describió otra de las condiciones consensuadas entre los empresarios.
“Que salgan a trabajar y cuando termine la temporada que echen los números y vean si les fue bien o no. No es posible pagar lo que pide el sindicato SOMU de 1.500 pesos”, reiteró al tiempo de desechar cualquier posibilidad de abrir una negociación. “Nuestra postura es inamovible, la oferta es 1.200 pesos y ese monto no es negociable. Se estudió y ese es el precio que se puede pagar, si les parece bien; firman, y si no veremos qué hacemos”, dijo Álvarez Castellano en declaraciones radiales en Rawson.
Por primera vez, todo el espectro de la flota amarilla, tanto armadoras que forman parte de la CAFACh, como el gran número de empresas independientes que no integran ese nucleamiento, coinciden en una estrategia conjunta para solucionar el conflicto y fijar reglas claras para toda la zafra venidera.
“Hay un compromiso de todas las personas que nos sentamos en esa mesa de fijar ese monto de 1.200 pesos hasta el 31 de marzo y de ahí no nos moveremos”, manifestó el titular de Conarpesa y destacó que el ofrecimiento representa duplicar los salarios respecto del año pasado y valores que hoy no tienen parangón dentro de la industria pesquera, ni en otras actividades productivas. “Un año atrás cuando empezamos la temporada era de 600 pesos, con lo cual ahora llevarlo a 1.200 pesos representa un aumento del 100%”, enfatizó.
Asimismo, Fernando Álvarez hizo hincapié en que esto “es un ofrecimiento sin negociación, si es aceptado, pues bien, pero si no lo aceptan verán que quieren hacer ellos, pero no habrá una renegociación de un monto diferente”, aseveró. “No hay plan B. No hay opción a otro acuerdo, o es esto o es nada”, razonó sobre el planteo del sector privado.
No obstante, admitió que se barajaron números más bajos en la cumbre y en base a consenso se optó por ofrecer un valor que es el techo, no revisable. “No fue fácil llegar a 1.200 pesos porque debimos convencer a varios que planteaban ofrecer menos, y nos comprometimos a que ese es el valor”, manifestó.
“Estos valores no son para nada bajos, no son salarios bajos, estamos hablando de sueldos de entre 80 y 100 millones de pesos para un tripulante por temporada”, puso de relieve al tiempo de reflexionar: “Queremos que la temporada empiece, que todos trabajen, que la gente gane dinero, pero para que esto funcione tenemos que ser competitivos en el mercado”, concluyó.
Fuente: Revista Puerto
