El Consejo Federal Pesquero analiza la apertura de la temporada en aguas nacionales, mientras en Chubut se alcanzó un récord de descargas. Sin embargo, la baja demanda y la incertidumbre económica generan desafíos para la industria. La fecha orientativa de apertura es el 21 de marzo próximo.
El Consejo Federal Pesquero (CFP) había solicitado al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) un informe técnico sobre el estado del langostino, con el propósito de definir la apertura de la temporada en aguas nacionales fuera de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM).
A decir verdad, es levantar una disposición por la cual oportunamente había quedado vedada toda operación de pesca objetivo a la especie, siendo solamente permitida el incidental del 20%, valor claramente visible y superado desde mediados de febrero en los muelles del puerto de Mar del Plata.
Ayer, algunos participantes del CFP, si bien aún no habían tratado el tema, llevarían adelante hoy un profundo análisis con los datos duros del INIDEP, que ya habían anticipado que el recurso desde lo biológico se encuentra para pescar; por consiguiente se sugirió el 21 de marzo (o la tercer semana del mes) como fecha de inicio de actividades fuera de la ZVPJM.
En la provincia de Chubut, la pesquería continúa activa con resultados positivos. Desde que se habilitó la pesca en Puerto Rawson el 2 de noviembre de 2024 hasta el 09 de marzo de 2025, los desembarques alcanzaron un récord histórico de 105.342 toneladas, consolidando la mejor temporada de la historia para la actividad en la región, en momentos donde el langostino no goza de buena demanda y precios sumamente deprimido, que estaría condicionando, incluso, la apertura de la zafra para flota mayor, a pesar de haber llevado la discusión a un marco estrictamente económico-laboral.
Las operaciones de la flota se concentran principalmente al sur de Rawson, donde predominan tallas comerciales adecuadas para la industria, con una mayor presencia de los calibres L2 y L3, y en menor proporción L1. La continuidad de la zafra provincial dependerá del mantenimiento de capturas sostenibles y del cumplimiento de los límites de bycatch de merluza que por el momento no se visualizan.
Ayer, en una reunión del sector armatorial, se vislumbraron escenarios ambiguos, alguna fracción intenta impulsar el cierre para el dia 14 de marzo, mientras el sector representado por fuera de la cámara, sostienen la idea de continuar hasta el 30 de marzo venidero; aunque ambos coincidieron en someterse al rigor de las condiciones biológicas de capturas. Una de las posturas que defiende la continuidad de la zafra tiene como argumento, valedero por cierto, que es el mejor momento de la pesquería, con lances de hasta 5.000 kilos de marisco donde predomina las tallas L1 y L2.
A pesar del éxito en las capturas, el sector enfrenta dificultades en la comercialización del producto donde la capacidad de almacenamiento en cámaras de frío se encuentra al límite y la demanda del mercado sigue siendo baja. En cuanto a precios, si bien los valores iniciales parecían mantenerse en niveles similares a los del año anterior, algunos productos han registrado nuevas caídas en los precios, lo que afecta la rentabilidad de toda la industria.
Siguiendo la dinámica de temporadas previas, la apertura de la pesquería en aguas nacionales suele llevarse a cabo una vez concluida la zafra en Chubut. Este esquema permite a las empresas administrar sus inventarios antes de retomar la actividad extractiva. En 2023, el CFP autorizó la pesca en jurisdicción nacional a partir del 15 de abril, mientras que el ingreso de la flota tangonera a la zona de gran veda se habilitó el 29 de mayo. Mientras el año pasado, la pesca en aguas nacionales se habilitó el 27 de marzo, para dar inicio dentro de la ZVPJM, el 29 de mayo. La zafra en esa área concluyó el 19 de septiembre, siguiendo un esquema similar al de los últimos años.
Este año, con cierta planificación desde el inicio de la zafra en aguas de la provincia de Chubut, al completar apenas una semana de capturas y transcurrida la misma después de constituir un nuevo récord histórico de descargas, las mismas empresas con actividad en la provincia que sellaron un acuerdo remunerativo de $1200 por cada cajón descargado de langostino en Chubut, son las que intentan impulsar un reacomodamiento de haberes en la mano de obra del personal embarcado, lo que condiciona la paz social en el preámbulo de esta nueva zafra para la flota de Mar del Plata, al menos, en el segmento congelador.
Durante un recorrido por el muelle local, se observa cómo numerosos buques han armado aparejos para la captura de langostino, tras seis meses de inactividad y deterioro mientras permanecían amarrados. A pesar de que las condiciones de comercialización del producto que no atraviesa por su mejor momento, resulta imperativo analizar la viabilidad de una actividad que opera durante apenas tres meses al año y permanece inactiva los nueve restantes. Más preocupante aún es la situación de aquellas empresas que, tras años de abastecer con langostino de alta calidad, consolidando el poder de una marca en los mercados internacionales, hoy enfrentan el riesgo de perder su posicionamiento competitivo a expensas de otros avizorados competidores que este año se lanzaron a hacer un nuevo récord de langostino entero continental, competencia indirecta del congelado a bordo, previendo un inicio, al menos complejo de es 2025 en el segmento mayor de la flota.
Este escenario plantea un desafío ineludible para todo el sector tangonero, que carece de buques multipropósito y se ve inmerso en un debate tan complejo como infructuoso. Sin embargo, la pesca argentina, con más de ochenta años de historia, ha demostrado que las crisis solo se superan con trabajo, diálogo abierto y decisiones consensuadas. La confrontación, en cualquier ámbito, ha sido siempre el estado más adverso para el ser humano.
Fuente: Pescare