El rechazo al proyecto de salmonicultura en el Canal Beagle logró nuevamente llegar a los medios nacionales y mantenerse durante el fin de semana largo en los principales programas y diarios. La ONG “Sin Azul no hay Verde” y la firma “Patagonia” invitaron al afamado cocinero Francis Mallmann a Ushuaia, epicentro del conflicto. Desde allí, el 17 de agosto, el chef comunicó que sacó el salmón de su menú y se manifestó en contra de la instalación de centros de cultivo en el Canal y en todos los ambientes naturales.
Han realizado acciones específicas en las redes sociales, en los medios masivos de comunicación y durante la Feria Masticar de Mar del Plata el verano pasado. Mallmann se suma a una larga lista de chefs que ya se han manifestado en contra como Narda Lepes, Fernando Trocca, Germán Martitegui o Mauro Colagreco, quienes vienen haciendo campaña en contra de la ejecución del proyecto.
El proyecto al que se oponen fue impulsado por el subsecretario de Pesca Juan Bosch y firmado por dos agencias de negocios, una argentina y otra noruega, en el marco del acuerdo de cooperación que suscribieron ambos países, que fue rubricado por el secretario de Agroindustria Miguel Etchevehere y la Corona noruega, según reseñó Revista puerto.
El primer paso a cumplir, fue el estudio de impacto ambiental y de factibilidad comercial: se debió medir de densidad de salmones en jaulas que el Canal podría soportar. Con los resultados en mano, el gobierno provincial luego decidiría si permitía o no la instalación de uno o más centros acuícolas.
Los estudios estuvieron terminados para los primeros meses del año pero no se publicaron. La gobernadora Rosana Bertone decidió posponer los tiempos del acuerdo hasta pasadas las elecciones. El impacto social que habían tenido las acciones llevadas a cabo este año por las ONG, los pobladores y los chefs había sido muy alto.
Por primera vez muchos hablaban del salmón de cultivo en Argentina y esto ocurría a pocos meses de los comicios en los que buscaba la reelección. Cuando los medios fueron a recabar una respuesta, salió a responder un funcionario de segunda línea, de otra área de gobierno, que confirmó a Canal 13 en horario central que no existía tal proyecto.
El proyecto, obviamente, seguía existiendo. El propio ministro de Agroindustria de la provincia, Kevin Colli, confirmó en aquel momento que quedarían en suspenso los pasos a seguir y que no se presentaría el informe hasta pasadas las elecciones provinciales para no volverlo un tema de campaña. Rosana Bertone se postulaba a la reelección.
Las urnas le dieron la espalda a la candidata kirchnerista y el negocio del salmón quedó en una nebulosa, que ahora, dicen los funcionarios en retirada, deberán resolver las futuras autoridades.
Rodeado de nieve, árboles de lenga y más de quinientos comensales, cocinó sándwiches de centolla fueguina y comunicó que sacó el salmón de su menú, por ser el producto de una industria contaminante que no quiere para ningún ambiente. El acuerdo con Noruega sigue vigente y en este contexto Francis Mallmann se sumó a las acciones en contra de la salmonicultura.
Llegó a la ciudad de Ushuaia el 17 de agosto para decir «No a las Salmoneras en el Canal de Beagle». Lo invitaron la firma Patagaonia y la ONG Sin Azul no hay Verde, que promueve la creación de Parques Nacionales Marinos en Argentina: una “Liga del Mar” que trabajó en la Ley de Áreas Marinas Protegidas y logró en el Congreso la creación de los parques Burdwood II y Yaganes.
Promover el cultivo de salmón en el Canal de Beagle al mismo tiempo que desde el Estado Nacional y con el apoyo unánime de todos los parlamentarios, se propende a la creación de Áreas Marinas Protegidas, es sencillamente un disparate. La presencia de Francis Mallmann en Ushuaia diciendo no a las salmoneras y sacando el salmón de su menú es un golpe efectivo.
Durante el fin de semana todos los medios argentinos hablaron sobre el suministro de antibióticos a los salmones; sobre los residuos de alimentos y las heces que generan contaminación y sobre las consecuencias para el medio ambiente del escape de especies exóticas.
Todavía nadie habló de la llamada “Tabla Roche” con la que se le da al salmón el color deseado por el mercado. Pero es cuestión de tiempo. Todo lo que se dice de la salmonicultura es desfavorable, hasta la Agencia Nacional de Noticias (Télam) lo refleja en la nota sobre la visita del afamado cocinero a Ushuaia.
“La última crisis ambiental causada por esta industria fue un boom de microalgas debido al aumento del amonio liberado por el excremento de los peces, lo que provocó la muerte de 37 mil toneladas de salmones que se tiraron al mar, después de lo cual aparecieron 343 ballenas muertas y otros animales como crustáceos, moluscos, aves y lobos marinos”.
Mallmann, que introduce en sus libros situaciones biológicas complicadas de algunas especies pesqueras argentinas, dijo que “hace un tiempo que sostengo que en 30 años no vamos a estar comiendo casi carne o pescado por la forma en la que estamos pescando y produciendo”.
El mensaje consiste en que la cría intensiva de salmón, como ya se ha demostrado en Chile, genera destrucción de la fauna y flora marina, crea pocos puestos de trabajo y afecta negativamente el turismo. Y por ello se pide la anulación del acuerdo.