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Desde costeros y fresqueros de altura enviaron nota a Martín Merlini exponiendo la situación y pidiendo que intervenga de manera urgente para terminar con la cartelización. ESPES aumentaron el servicio un 78% en lo que va del año.
El aumento del servicio de estiba decidido de manera unilateral a principios de este mes por las cámaras que agrupan a las cooperativas en los muelles del puerto de Mar del Plata comenzó a generar repercusiones.
Las 18 ESPES habilitadas por el Consorcio portuario definieron un incremento en la vuelta del cajón de pescado fresco y lo aumentaron de 30 a 46 pesos en tanto también fijaron nuevos valores para la tonelada removida desde los barcos congeladores a los camiones que a partir del aumento pasó a tener un valor de 2600 pesos.
Las notas con los nuevos valores fueron giradas a las distintas cámaras armadoras. En ella las empresas de estiba argumentaron que el aumento obedecía al aumento de costos, la devaluación y el creciente proceso inflacionario que afectan a estabilidad económica y financiera del país. Parte del incremento, un 15%, se destina a actualizar la paritaria con el SUPA, que terminará de aplicarse en enero de 2019.
Luego de algunas semanas de debate interno para consensuar los pasos a seguir, algunos armadores ya pidieron la intervención del Consorcio Portuario para que regule el funcionamiento del servicio.
Los armadores se quejaron que las ESPES aumentaran el costo del servicio un 78% en lo que va del año sin que existieran razones para hacerlo. “No existe fundamento económico que avale semejante aumento”, confió un armador ante la consulta de REVISTA PUERTO.
“Es una situación que debe revisarse porque se han cartelizado, se ponen de acuerdo para establecer el precio del servicio. No hay competencia y se cometen abusos”, aseguró Fernando Rivera, presidente de CaIPA.
Desde la Cámara de Armadores fueron más allá de la queja y elevaron en los últimos días una nota al Presidente del Consorcio Regional Portuario en la que le solicitan con intervenga con urgencia para frenar esta situación y reestablezca la libre competencia.
Los armadores aseguran que las ESPES han conformado un oligopolio que ha eliminado de plano la libre competencia de precios y servicios. “No podes cambiar de cooperativa ni arreglar otro precio porque corres el riesgo que te paren la descarga”, confió un armador costero.
Desde la Asociación que los reúne también enviaron una nota a Martín Merlini con argumentos parecidos. “Movemos muchos menos cajones pero nos cobran lo mismo que a los fresqueros de altura”, lamentó la fuente consultada.
En el ámbito del Consorcio funciona una Comisión de Estiba creada en la gestión Merlini para hacer cumplir la Resolución 220/2009, una norma que establece el reglamento para el funcionamiento de las ESPES. Ni antes ni ahora esa Resolución fue aplicada por ninguna autoridad portuaria. De aplicarse, algunas ESPES verían afectado su nivel de trabajo porque no cumplen algunos requisitos que plantea la 220. Por ejemplo, trabajar con máquinas propias.
En su nota a Martín Merlini, desde Armadores, resaltaron que la conducta de las ESPES se opone a la Ley de Defensa de la Competencia, sancionada recientemente por el congreso. La norma establece la prohibición de acuerdos entre competidores y concertar en forma directa el precio de venta de un producto, bien o servicio.
Fuente: Revista Puerto