En la temporada de Rawson se capturaron más de 50 mil toneladas y las ventas fueron excelentes. Las empresas lograron vender todo el langostino entero y con un poco más de trabajo también las colas, de las que prácticamente no quedan stocks en cámara.
La demanda del entero se concentró en Europa y una parte, menor pero cada vez más importante fue a Rusia, un mercado con preferencia por las cajas de 2 kilos que comienza a tener continuidad.
Las colas de langostino y las demás presentaciones para reprocesamiento fueron mayoritariamente a los mercados de Perú, Tailandia, Vietnam y China. En este último caso, no se vendió directamente a empresa chinas sino a firmas de otros países que reprocesan allí. Las empresas chinas hace un año que no compran.
China no está demandando
De acuerdo a REVISTA PUERTO, China no está demandando y en Argentina los exigentes protocolos que se deben seguir para entrar a ese mercado desalientan la oferta. Solo los que tienen compromisos comerciales importantes con empresas que procesan allí, han invertido tiempo y dinero para evitar que el contenedor pueda ser rechazado.
“Fue una locura, se realizan desinfecciones completas de los contenedores y de la mercadería, además es obligación realizar hisopados a cajas y al personal que está trabajando en el lugar. Y todo el proceso debe ser filmado. Esto complejizó mucho la operatoria y aumentó los costos, por eso muchos decidieron directamente no ofertar a China. Quienes manejamos grandes volúmenes de clientes que procesan en ese país, debimos hacer el esfuerzo”, cuenta Diego Glikman, director de Newsan Food.
Estados Unidos
Estados Unidos participa en el mercado del langostino de reproceso por dos vías, una a través de Perú donde reprocesa y en el último tiempo comienza también a ocupar un lugar entre los países de destino. En el sector todos coinciden en que la talla es determinante para lograr captar más demanda. Cuando los ejemplares son chicos, compiten con el vannamei, que cotiza al menos un dólar más barato y generalmente puede garantizar continuidad.
Federico Angeleri, gerente comercial de Pesquera Veraz, pudo capitalizar las ventas de cola de langostino en los supermercados de Estados Unidos, incluso a pesar de la baja talla de los ejemplares que dio Rawson. Sin embargo, no cree que sea fácil mantenerlo: la vacunación estaría generando un cambio en el consumo, que en todo caso podrá ser captado por otros productos.
“Estados Unidos tiene hoy mejores condiciones respecto de la pandemia, pero en lugar de aumentar la demanda está bajando en los supermercados, la gente comienza a consumir el langostino en los restaurantes y ese es otro producto. Las colas, que tuvieron muy buenas ventas, hoy ya no mantienen el mismo nivel de demanda y eso nos preocupa”, señala el empresario.
Perspectivas para la temporada en aguas nacionales
Llegar a mayo sin stock y no haber conseguido tallas grandes que satisfagan la demanda de varios mercados, pero especialmente del mercado europeo, es leído como una buena señal. El precio que ha conseguido el langostino L1 permite ilusionarse; el langostino que se está capturando en el norte está cotizando a 8.200 dólares la tonelada. Aunque se sabe que, con mayor disponibilidad de recurso, el precio va a bajar.
“Todavía es temprano para aventurarse a pensar que se mantendrá, recién es la primera marea y todos saben que este veranito del norte dura poco, por lo tanto, los que están necesitados de langostino de tallas grandes se han apurado a comprar ante la incertidumbre por lo que vendrá”, señala Angeleri.
Mariano Retrivi, presidente de la Asociación de Langostineros Fresqueros, ve en la demanda de tallas grandes una buena oportunidad para su sector: “Para los que hacemos productos elaborados en tierra es también una buena noticia, especialmente para el mercado del pelado y devenado”.
“El precio de cotización de las colas L1 que son recuperadas para reproceso, se están pagando 7.500 dólares la tonelada. Mientras que el pelado y devenado, dependiendo del mercado, se está pagando entre 11.500 dólares y 14.000 dólares la tonelada”, cuenta Retrivi.
Venta
Las perspectivas de ventas son buenas, la llegada del verano en el hemisferio norte mejora la situación en las ciudades respecto al aislamiento, y que buena parte de la población esté vacunada, son factores que jugarían a favor de la apertura de mercados. Incluso se especula con una vuelta de China.
Para la temporada que comenzará entre fines de mayo y principios de junio los empresarios tienen una mirada optimista, no tanto en cambio respecto de lo que pueda ocurrir fronteras adentro con la pandemia de Covid-19. La temporada se desarrolla en pleno invierno cuando los contagios recrudecen y si las tripulaciones se ven afectadas, menos barcos podrán operar y la oferta se reducirá. El temor es que se logre un buen precio, pero no haya mercadería para vender.
“Si la situación se complica, como creemos que va a pasar, puede ser muy difícil sostener la operatoria de los barcos. A diferencia del año pasado, el virus se ha extendido por todo el país y será complicado para todos. Esperamos tener un buen arranque de temporada”, concluye Federico Angeleri.
El respeto a rajatabla de los protocolos será determinante. La vacunación de las tripulaciones, consideradas desde el inicio de la pandemia como trabajadores esenciales, sería determinante para garantizar la continuidad de la actividad y el éxito de una temporada en la que los mercados comienzan a recuperarse.