Ante el gigante asiático se busca reducir aranceles para la especie merluza negra y conseguir habilitación para la centolla argentina. La cámara empresarial recurrirá a la vía judicial en Brasil para levantar una cautelar de los productores de cultivo que frenaron la importación de Pleoticus muelleri.
La Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) trabaja en varios frentes con la premisa de agilizar canales de comercialización en diferentes mercados. Por un lado, China presenta elevados aranceles, y trabas administrativas para determinadas especies, mientras que en el caso de Brasil se recurrirá a la vía judicial para liberar el ingreso de langostino argentino, hoy bloqueado por un amparo del sector que cultiva camarones.
En esta línea, la entidad empresarial mantuvo un encuentro con la secretaria de Comercio Exterior de la Nación, Marisa Bircher, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Producción y Trabajo que conduce Dante Sica. Se trató de una reunión de trabajo en las que se barajaron diferentes alternativas para agilizar exportaciones a determinados mercados puntuales que hoy presentan dificultares que requieren gestiones institucionales por la vía diplomática.
Negociaciones con China
El presidente de CAPeCa, Eduardo Boiero, destacó el tenor del encuentro y valoró la predisposición de la funcionaria nacional para resolver trabas puntuales que se presentan para determinadas especies. “Tenemos en trámite la apertura del mercado chino para la centolla, y actualmente, China no tiene habilitado para consumo humano la centolla argentina. Al no tener un tratado de libre comercio es que debemos ir sorteando estas situaciones, que requieren gestión para conseguir esas autorizaciones”, precisó a Revista Puerto.
Por otra parte, se gestiona la baja de aranceles para la merluza negra, “porque la misma especie que va de Chile o Australia tiene 0% de arancel cero y la nuestra tiene 7% de arancel. Entonces, esto requiere que se trabaje en ese sentido, y Bircher se comprometió a continuar gestionando esa reducción arancelaria”, indicó Boiero.
Langostino a Brasil
Otro de los temas de agenda de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina es conseguir destrabar el ingreso de langostino a Brasil. Con el principal socio argentino en el Mercosur, se han presentado diversos problemas para que el marisco patagónico incursione en ese mercado, y uno de los factores determinantes es el fuerte poder de lobbie que tienen los productores de camarones de cultivo.
“Estamos iniciando una acción judicial en Brasil, pero lleva su tiempo. No es una cuestión del Gobierno de Brasil, no hay una norma que impida el ingreso, sino que hay una medida cautelar contra una resolución del Ministerio de Economía y Agricultura de Brasil que levantó la prohibición que había en su momento por la denominada mancha blanca del langostino. Eso se resolvió, hubo análisis del SENASA, se certificó que no existe la mancha blanca y se levantó la prohibición, pero frente a eso, las cámaras de cultivadores de camarón interpusieron una medida cautelar, y eso es lo que hoy está trabando el ingreso de langostino de Argentina a Brasil”.
Eduardo Boiero dijo que se irá por el mismo camino que ya incursionó Ecuador, que es ir por la vía judicial para levantar la cautelar. “Lo que hay es una acción del sector privado de Brasil frenando la aplicación de la resolución que liberaba la importación de langostino”, puntualizó.
Dólar y retenciones
En otro orden, el dirigente empresarial analizó la reciente medida del Gobierno nacional de congelar el techo de la banda cambiaria hasta fin de año. “Como sector exportador no queremos que el dólar se atrase. No sería bueno que haya atraso cambiario, pero también nos afecta porque los insumos los tenemos dolarizados”, describió.
“Nos sube el dólar y se incrementan todos los costos arriba del barco. Por eso hay que lograr un equilibrio, que el dólar no pierda ante la inflación”, sugirió, “aunque sí seguimos pidiendo que nos quiten las retenciones a las exportaciones. Necesitamos un dólar competitivo y que no se atrase frente a los costos de la inflación”, sostuvo Boiero.
