La flota industrial de la macro zona centro-sur, que suma 34 buques, ha invertido CLP 240 millones para cumplir con la exigencia.
Este jueves 2 de enero entraron en vigor en Chile las nuevas disposiciones de la Ley de Descarte de Especies Hidrobiológicas, normativa que exige la utilización de al menos tres cámaras por buque -de eslora igual o superior a 15 metros- para la fiscalización de las tareas pesqueras desde el zarpe a la recalada.
Con esto se busca disminuir el descarte de la pesca objetivo, fauna acompañante y pesca incidental, haciendo de las operaciones pesqueras faenas más sustentables y amigables con los ecosistemas.
La Ley define el descarte como la acción de devolver al mar especies hidrobiológicas capturadas y a la pesca incidental como aquella conformada por especies que no son parte de la fauna acompañante.
Cada cámara instalada tiene una función diferente. La primera tiene como objetivo observar las actividades que ocurren en el copo de la red y su entorno, la segunda se encarga de vigilar lo que ocurre en la cubierta, el muestreo de proporción de especies y la distribución de la pesca a las bodegas, mientras que la tercera monitorear la manipulación de la pesca incidental y transbordos de pesca.
Por otra parte, la flota de arrastre de fondo en la pesquería de merluza común debe considerar 5 cámaras. La primera observará las actividades en la cubierta y su entorno, la segunda registrará las actividades de manipulación de la red en cubierta y su entorno para observar pesca incidental, y la tercera observarrá las actividades de selección y descarte. La cuarta cámara también tiene como objetivo observar las actividades de descarte, mientras que la quinta observará las actividades que se realizan en las correas transportadoras, traslados de cajas con pesca objetivo y fauna acompañante con valor comercial.
La presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros (ASIPES), Macarena Cepeda y el director Zonal de Pesca, Óscar Henríquez, realizaron un recorrido por la nave “Don Edmundo” -perteneciente a la empresa Blumar en la bahía de San Vicente en el sur de Chile- con el objetivo de mostrar cómo será el funcionamiento de los dispositivos electrónicos en la flota.Cepeda aseguró que “para las empresas socias de ASIPES es prioritario cumplir con la normativa que dispone la autoridad de nuestro sector, incluso, desde hace años ha sido una decisión gremial trabajar proactivamente de forma voluntaria en temas de sustentabilidad pesquera antes de que la ley lo exija”.
“Por eso queremos mostrar a las autoridades y la comunidad que nuestra flota está en condiciones de operar según los requisitos establecidos y siempre dispuesta a cooperar con las fiscalizaciones y acciones necesarias para asegurar la máxima transparencia”, añadió la presidenta de ASIPES.La flota industrial de la macrozona centro-sur, que suma 34 buques, ha invertido CLP 240 millones para cumplir con la norma.
La temporada de pesca de jurel -el principal recurso sobre el cual opera la pesca industrial- comienza el 5 de enero, por lo que 26 naves se encontrarán en faena desde esa fecha.
“La medida se aplica en pos de disminuir el descarte y también fomentar las buenas prácticas en la pesca, es decir para explotar los recursos de mejor manera”, explicó Henríquez.
Las naves que no implementen la norma o que alteren la información, se exponen a una multa de 20 a 300 UTM. En tanto, el capitán o patrón de nave, será sancionado con 3 a 30 UTM.Cabe señalar que ASIPES -integrada por las pesqueras Landes, Foodcorp, Blumar, PacificBlu y Camanchaca- ha invertido más de US$20 millones en el mejoramiento ambiental desde 2015. El mayor porcentaje corresponde a compromisos con la protección de los recursos pesqueros, acuerdos voluntarios para las mejoras de los procesos en planta y flota, y la participación en mesas de trabajo en las zonas donde opera la industria e inversión social para la recuperación del patrimonio gastronómico marino en caletas pesqueras.
“Dentro del nuevo ciclo de gestión que hemos desarrollado en ASIPES ha sido esencial cumplir con estándares que permitan proteger el patrimonio pesquero, aumentar el bienestar de las comunidades donde se establecen nuestras plantas y desarrollar productos de alta calidad para el consumo interno y de mercados extranjeros”, concluyó Cepeda.
Fuente: Mundo Marítimo.