La policía de Playa Unión y los inspectores municipales clausuraron ayer un lugar en el que funcionaba una fábrica procesadora de pescados clandestina en la zona del puerto de Rawson.
Dicen que la propiedad en donde anteriormente hubo una fábrica pesquera, está ocupada por una familia que vendía langostinos y merluzas sin la debida autorización y en condiciones que atentaban contra la salubridad de sus eventuales clientes.
El procedimiento fue diligenciado alrededor de las 16 en la calle Laserre al 2000, en un galpón en donde las autoridades intervinientes secuestraron, entre otras cosas, cinco freezers con pescado, tales como salmones, langostinos y merluzas.
Allí, según la policía, supo funcionar en su momento una fábrica del rubro y ese lugar era utilizado para la venta de pescado de manera, presuntamente clandestina. Es más, las autoridades aseguran que hasta se hacía desde allí un servicio de delivery, repartiéndose la mercadería a domicilio.
