El año pasado se decomisaron más de 300 toneladas de pescado. Pagaron multas por casi 20 millones de pesos, buques coreanos, taiwaneses y chinos los mayores depredadores de la Zona Económica Exclusiva Argentina.
Los momentos de mayor tensión, en este caso en el mar, comienzan cuando un guardacostas de Prefectura Naval Argentina (PNA) detecta un eco radar de una embarcación extranjera con las luces de pesca encendidas depredando el Mar Argentino, es decir realizando sus faenas dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA), tal como ocurrió, por ejemplo, con el pesquero chino “HU SHUN YU 809”, que estaba operando a tres millas náuticas al oeste de la línea exterior y dentro de las 200 millas protegidas.
Al visualizar que el guardacostas GC-28 “Prefecto Derbes” se acercaba, el capitán de la embarcación -compuesta por 33 tripulantes- apagó el sistema de iluminación.
Ante esta actitud, Prefectura -que por la ley 18.398 tiene el poder de policía al ser la Autoridad Marítima Nacional-, dio la orden de detención de motores a través del sistema de radio, en español e inglés.
El protocolo elaborado en 2016 por el ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, indica que si el buque infractor sigue su marcha, se debe realizar una “pitada”, esto es la emisión de señales sonoras que responden a un código internacional. Si esta oscuro, también lumínicas.
Ante esta segunda advertencia, la mayoría de los pesqueros deponen su actitud y son abordados por una dotación de Prefectura que lo hace a través de un bote semi rígido junto a un inspector Nacional de Pesca para que labre en un acta las infracciones cometidas según el Régimen Federal de Pesca.
No siempre es tan sencillo, y se llega a utilizar hasta el poder de fuego ante las maniobras agresivas de los barcos poteros. Más tarde, la documentación será adosada a la causa penal.
Allí constará, entre otros datos de importancia, la bandera del buque (la mayoría provienen de Corea del Sur, Taiwán y China), la latitud y longitud dónde estaba realizando la faena ilegal y la cantidad de pescados o moluscos que había en sus bodegas u en otros sectores del barco.
El valor de lo robado
Por este tipo de acciones de preservación de la Zona Económica Exclusiva, solo el año pasado, la fuerza de seguridad encabezada por el Prefecto General Eduardo Scarcello decomisó 327.202 kilos de pescados, y la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura de la Nación impulso multas por unos 20 millones de pesos.
Las cargas, que suelen tener un valor superior a medio millón de dólares -casi igual a la multa aplicada cuyo importe máximo es de 10.000.000 pesos- es rematada por la autoridad de aplicación, en estos casos la Dirección Nacional de Pesca y Acuicultura.
En 2018, según la documentación a la que accedió Infobae, las 327 toneladas de pescado que había sido robado de la ZEEA argentinas estaba compuesta por merluza (144.947 kilos); rosada o abadejo (4.057 kilos), bertorela (131 kilos), pota (35.775 kilos), vaina o calamar (8.900 kilos), raya (2.850 kilos), raya con alas (1.752 kilos), atún (90 kilos) y marujo pequeño (128.700 kilos).
Los cuatro recursos pesqueros más importantes del país son la merluza hubbsi, el calamar illex argentinus, la merluza de cola y el langostino. También son los más buscados por los depredadores.
Disparos intimidatorios
No siempre los capitanes detienen la marcha del buque pirata mansamente. Algunos intentan embestir al Guardacostas, o escapar hacia aguas internacionales.
Ante esta actitud, la fuerza de seguridad está obligada a realizar disparos intimidatorios para que el pesquero se someta a las leyes argentinas.
Primero se realizan disparos intimidatorios y al aire con los fusiles FAL. Si aún así persisten en su actitud hostil, se realizarán detonaciones a la altura de la proa, popa y laterales de la embarcación a través de la artillería antiaérea calibre 12,7mm con la que están equipadas las unidades de Prefectura.
En tercer lugar, los disparos intimidatorios y siempre realizados a una distancia suficiente como para no dañar a la tripulación ni a la embarcación, son con los cañones 20mm.
Para esa altura, uno de los aviones patrulla de Prefectura, como el Beechcarft King Air 3501 ER, ya partió desde la Estación Aérea de Comodoro Rivadavia para brindar asistencia y apoyo al guardacostas que esta lidiando con los depredadores del Mar Argentino.
La bandera de los depredadores
La actividad pesquera en el Mar Argentino tiene una importancia económica cada vez mayor.
Para evitar la depredación de las especies que habitan en estas aguas, Prefectura despliega amplios operativos de control ya que la custodia de los recursos pesqueros es una preocupación constante de las autoridades del país, ya que el Mar Argentino es uno de los caladeros más importantes del mundo.
Las líneas de base de sus patrullajes son puntos de latitud y longitud que establecen los espacios marítimos. A partir de ellas se proyectan: el Mar Territorial, la Zona Contigua y la Zona Económica Exclusiva. El Mar Territorial son las primeras 12 millas. Dentro de esta zona, el Estado argentino tiene soberanía absoluta. La Zona Contigua corresponde a las siguientes 24 millas. Allí el Estado tiene jurisdicción sanitaria, aduanera, fiscal y migratoria. Hasta las 200 millas se extiende la Zona Económica Exclusiva.
La milla 201 suele convertirse, por su riqueza en especies única en el planeta, en una verdadera ciudad nocturna con hasta más de 500 pesqueros. Cuando alguno de ellos ingresa a la ZEEA es dónde actúa la autoridad nacional.
A lo largo de su historia como policía, Prefectura detuvo un total de 76 embarcaciones que pescaban sin autorización dentro de la ZEEA.
De ese total, 14 fueron de bandera coreana; 11 taiwanesa; 11 chinas; 11 españolas; 8 japoneses; 7 de bandera uruguaya; dos de banderas polacas, rusas, británicas y ucranianas; los restantes seis pesqueros tenían banderas de Alemania, Panamá, Venezuela, Chile, Ghana y Belice.
En los últimos años la mayoría de los buques contraventores son de bandera china y no pertenecen a empresas privadas, sino al gobierno de ese país (o mixta) y también españoles.
Los de origen asiático, por lo general, intentan escapar de Prefectura, los españoles u otras naciones, en su gran mayoría, acatan las ordenes, y detienen sus motores.
Algunos ejemplos
Además del el pesquero chino, “HU SHUN YU 809”, detenido a la altura de Bahía Camarones, en la provincia de Chubut y que en sus bodegas había 600 toneladas de calamar, con el que abre esta nota, Prefectura detuvo -en un caso muy difundido- al buque pesquero “PLAYA DE PESMAR UNO” de bandera española.
El 4 de abril pasado fue obligado a trasladarse al Puerto de Comodoro Rivadavia por el Guardacostas GC-27 “PREFECTO FIQUE”.
Después de abonar una multa de 7.500.000 pesos impuesta por la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura “por realizar tareas ilegales pesca sin la debida autorización dentro la ZEEA” y decomisarle la carga hallada a bordo, 349.684 kg de pescado procesado, y valuado en 683.682,66 dólares, abandonó el país.
A la empresa armadora además -y por primera vez- se le impuso el pago de los gastos originados que demandó su conducción desde su lugar de detención hasta el puerto de Comodoro Rivadavia, que sumaron otros 341.629,40 pesos.
El 21 de febrero también fue detenido realizando tareas de pesca ilegal en la ZEEA el buque JING YUANG 626 de bandera china que logró fugarse motivo por el cual se libró un pedido de captura internacional a través de Interpol.
El pesquero ilegal había sido detectado por el Guardacostas GC PNA-24 “MANTILLA” quien al notar la presencia de los hombres de Prefectura inició la huida hacia la zona de Malvinas. Ya en persecución, otros 4 Buques Poteros de igual nombre pero de números 628/608/616 y 618, lograron huir a la zona conocida como “FOCZ” (Zona de Conservación Exterior), adyacente a las islas Malvinas.
Por ese hecho inusual, el Juzgado Federal de Primera Instancia de Comodoro Rivadavia, dio inicio a la causa número 1831/2018 a través de la cual se solicitó la “captura Internacional” de los cuatro pesqueros chinos.
Finalmente, y para evitar la prohibición de ingreso a otros puertos y su detención, la empresa YANTAI JINYUAN FISHERIES CO.LTD – armadora de los citados buques – se presentó ante la justicia argentina, reconoció la falta cometida por el buque pesquero JING YUANG 626, y abonó una multa de 7.500.000 pesos.
Por su parte, Prefectura impuso a la empresa YANTAI JINYUAN FISHERIES CO.LTD el cobro de los gastos originados por la afectación de medios de la PNA, que demandó la persecución por parte de la Unidad de Superficie PNA GC-24 “MANTILLA”, como así también los gastos que demandaron el sobrevuelo del avión patrullero marítimo BEECHCRAFT KING PNA PA-22 del Servicio de Aviación, Estación Aérea Comodoro Rivadavia, hasta la posición geográfica del buque potero chino infractor y posterior regreso a dicha Estación, consistentes en la suma de 318.898,80 pesos y 7.795,12 dólares.
Para evadir la persecución de la PNA los pesqueros chinos realizaron, de manera conjunta, una peligrosa maniobra, intentaron cercar y colisionar al guardacostas de Prefectura, poniendo en riesgo la vida de la tripulación.
Los tripulantes chinos solo abandonaron el intento de arremeter contra el Guardacostas MANTILLA cuando este utilizó, de manera defensiva, y como advertencia, disparos al aire con sus cañones 20mm.
Después de eso, los cuatro poteros chinos pusieron rumbo a aguas internacionales en dirección a las Islas Malvinas.
Infobae