El Comité de Pesca (COFI) es el único foro mundial intergubernamental en el que los miembros de la FAO se reúnen para examinar y considerar las cuestiones y los desafíos relacionados con la pesca y la acuicultura. En su 34ª reunión se conmemoró el 25 aniversario del Código de Conducta Responsable con la aprobación de la primera Declaración en favor de la pesca y la acuicultura sostenibles.
Con información de REVISTA PUERTO, se pudo conocer que el objetivo fue ofrecer una visión general de la transformación que han tenido los ecosistemas y reforzar los mecanismos para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
El otro tema relevante de la reunión fue el de los efectos del COVID-19 que afectó seriamente al sector pesquero en todo el mundo con complicaciones logísticas, cierres de empresas, menores capturas y producción, baja de precios, caída de ventas y pérdidas de empleo en todo el mundo. Para la FAO se debe brindar ayuda a este sector, al que valora como esencial para paliar la crisis económica y garantizar la alimentación.
Crisis
En la inauguración del evento, el director General de la FAO, Qu Dongyu, que hasta su llegada a la organización en 2019 ocupó el cargo de Viceministro de Agricultura y Asuntos Rurales de China, no pudo dejar de poner en primer lugar, a pesar de la importancia que revisten 25 años del Código de Conducta Responsable, los efectos que ha tenido la pandemia en los sectores pesquero y acuícola. El funcionario también destacó la importancia que tiene la actividad para salir de la crisis mundial en que se está sumergido.
“La pandemia de la COVID-19 ha afectado al sector de la pesca y la acuicultura debido a los cambios en la demanda de los consumidores, el acceso a los mercados o los problemas logísticos relacionados con el transporte y las restricciones en las fronteras. Asimismo, ha destacado que la pesca y la acuicultura son esenciales para la economía mundial con vistas a reconstruir mejor tras la crisis de la COVID-19”, señaló Qu Dongyu al tiempo que reclamó ayudas para para los productores y pescadores de pequeña escala.
Desde la FAO indicaron que “el aniversario del Código llegó en un momento complicado”, pero no estaban haciendo foco en las consecuencias del coronavirus sino en temas problemáticas que exceden a las coyunturales como “la contaminación, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, las prácticas no reglamentadas y el aumento de la competencia por el uso de las zonas marinas y costeras” que están poniendo en peligro los ecosistemas acuáticos y sus recursos.
Explotación
La FAO estima que el 34,2 % de todas las poblaciones de peces marinos se está explotando por encima de los límites de la sostenibilidad biológica, el triple del nivel de 1974, cuando se comenzó a hacer un seguimiento.
En un acto especial de alto nivel que se realizó en ocasión del 25 aniversario del Código, el Director General de la FAO se reunió con los ministros de pesca de todo el mundo, con el objeto de renovar el compromiso de lograr la sostenibilidad. En ese contexto, el COFI aprobó su primera Declaración en favor de la pesca y la acuicultura sostenibles.
La Declaración tiene la finalidad de ofrecer una visión general de la transformación de los ecosistemas acuáticos tras 25 años y reforzar los sistemas agroalimentarios para cumplir con los objetivos de desarrollo de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
«En estos últimos 25 años se han producido muchos cambios. Debemos velar por que nuestros sistemas alimentarios acuáticos sean resilientes y satisfagan la creciente demanda de alimentos nutritivos, inocuos y asequibles, a la vez que se mantienen los ecosistemas, las economías y las sociedades sostenibles que no dejen a nadie atrás», señaló Qu.
Transformación
El Director de la FAO invitó a los ministros a aprovechar la reunión del COFI para debatir sobre cómo transformar la producción, la elaboración, el comercio y el consumo de alimentos acuáticos. Por su parte, la Primera Ministra de Noruega recalcó “la necesidad de que los países y las organizaciones trabajen juntos para encontrar un equilibrio entre la producción pesquera y la protección de los océanos”.
Otras personalidades destacadas como el enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para los Océanos, Peter Thomas, indicó que en la Declaración se reconoce la importancia de la pesca y la acuicultura en la lucha contra la pobreza y el hambre, pero que también se insta “a mejorar la ordenación y el fomento de la capacidad en los países en desarrollo”.
Mientras que el Comisario de la Unión Europea para el Medio Ambiente, los Océanos y la Pesca, hizo hincapié en que el sector debería ser una prioridad de las estrategias de recuperación dirigidas a superar los efectos de la pandemia.
Crecimiento
En el informe SOFIA de la FAO, publicado en junio de 2020, se estima que la producción pesquera total crecerá hasta situarse en 204 millones de toneladas en 2030, es decir, un 15 % más que en 2018, y que la parte correspondiente a la acuicultura, que actualmente es del 46 %, aumentará. La acuicultura ha sido el sector de producción de alimentos que ha crecido más rápidamente en todo el mundo en los últimos 50 años, con un ritmo medio del 5,3 % anual desde principios de siglo.
«Sabemos que la tierra solamente no nos brindará alimentos abundantes y diversos; necesitamos realizar una transformación azul para lograr la producción azul de alimentos», señaló el Director de la FAO y recalcó “la importancia de modernizar la cultura pesquera tradicional con planteamientos innovadores y tecnologías digitales”.
«El sector de la pesca y la acuicultura ha de hacer una contribución crucial en el marco de las cuatro mejoras: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor», concluyó Qu Dongyu. Hoy la reunión del Comité llega a su fin y será interesante analizar los documentos que de él surjan, para conocer los compromisos asumidos por los países miembros, como por ejemplo China.