Las primeras alarmas se encendieron con la prospección prevista por el Consejo Federal Pesquero para el día 15 de Junio. Fue justo en ese momento, y de manera coordinada, que todos los congeladores se bajaron de la prospección.
Ante el pedido de explicación de lo que estaba sucediendo, levantaron la mano manifestando que el mercado estaba retraído y la estructura de costos no era adecuada para la nueva realidad. El mensaje fue simple y sincero: “Si pescamos así, perdemos plata. Sentémonos y busquemos una solución”.
La primera lectura sindical es que fue una excusa COVID-19 para bajar los costos laborales y mejorar la rentabilidad de las empresas. El SOMU no tiene nada que ceder. “LOS CONVENIOS COLECTIVOS DE TRABAJO NO SE TOCAN”.
La sirena sonó fuerte el 19 de junio cuando se abre la zafra de aguas nacionales, y más de 100 barcos no despacharon a la pesca. ¿La explicación? La misma… El negocio en estas condiciones es inviable.
Hoy es 4 de Julio, pasaron cosas, pero principalmente días. El conflicto se acerca a los 20 días de paralización de actividades y la sirena empieza a retumbar.
Ayer viernes se viralizó un audio de Valderrama, buscando principalmente medir la aceptación de un paro general. La respuesta solo ellos la tienen.
El conflicto Somu – Flota Tangonera, la historia sin fin…