Los filet de merluza deben ser la forma más frecuente en que compramos pescado y habitualmente se hace frito, pero para cocinarlo muy sabroso y sin freírlo hay numerosas recetas deliciosas, como la merluza con salsa de mostaza y limón, que se adapta a todos los pescados blancos.
4 filetes de merluza
Jugo de 1 limón (dividido en dos partes)
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
2 cucharadas de mostaza Dijon
1 diente de ajo picado finamente
3 cucharadas de crema para cocinar
Sal y pimienta al gusto
Perejil fresco picado
Lavar cuidadosamente los filetes de pescado con agua fría y secarlos con papel de cocina para eliminar el exceso de humedad.
Sazonar ambos lados de los filetes con sal, pimienta y la mitad del jugo de limón.
Dejar reposar los filetes durante 10 minutos para que absorban el sabor del limón.
En una sartén grande, calentar las 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio.
Colocar los filets en la sartén caliente y cocinarlos durante 3-4 minutos por cada lado, dependiendo del grosor del pescado.
Cuando estén dorados y completamente cocidos, retirarlos de la sartén y reservarlos en un plato cubierto para mantenerlos calientes.
En la misma sartén donde se cocinó el pescado, añadir el ajo picado. Freírlo durante aproximadamente 1 minuto, removiendo constantemente, hasta que esté fragante pero sin quemarse. Agregar las 2 cucharadas de mostaza Dijon y el resto del jugo de limón. Mezclar bien para integrar los sabores. Incorporar las 3 cucharadas de crema para cocinar y mezclar suavemente.
Cocinar a fuego lento durante 2-3 minutos, removiendo constantemente, hasta que la salsa adquiera una textura suave y ligeramente espesa. No hay que olvidar probar la salsa para ajustar el condimento de ser necesario.
Colocar los filetes de pescado en platos individuales o en una fuente para servir, bañarlos con la salsa de mostaza y decorar con perejil picado.
Fuente: Revista Pronto