La doble ceremonia tuvo lugar en la mañana de este sábado. Desde el astillero destacaron el buen momento que atraviesa la industria naval, así lo informó Pescare.com.ar
Un buque más que emerge del astillero Federico Contessi, el número 132. En esta ocasión fue el costero “Nuevo Quequén”. La unidad, que tendrá como destino final el puerto de Rawson, fue botada en la soleada mañana de este sábado.
Con características típicas del segmento, responde al prototipo 40 AC. Mide 20,9 metro de eslora, 7 de manga y 3,18 metro de puntal. Su construcción demandó menos de seis meses en el marco de la renovación de flota que atraviesa al sector.
La firma responsable es Piscal, del armador patagónico Roberto Valle. Aunque de estilo versátil, el langostino será su principal objetivo a partir del próximo año cuando, comience a operar en las costas de Chubut en reemplazo del “Quequén Salado”.
“Nos sentimos cómodos haciendo este tipo de barcos, pero también nos gusta cuando los clientes nos piden requerimientos especiales como este bow thruster (hélice sobre la proa), las cintas de cubierta y muchos otros detalles del Nuevo Quequén”, expresó el presidente del astillero, Domingo Contessi.
Igualando la marca de 2018, para la empresa local fue la tercera botadura del año: el 28 de marzo había bajado de su varadero al fresquero de altura “Luca Santino”; mientras que el 28 de agosto hizo lo propio con el costero “Padrino”.
En términos globales, Contessi reconoció el buen momento que atraviesa el sector naval con diez buques en construcción en cinco astilleros, todo en el marco de una administración saliente que, según su mirada, tuvo luces y sombras.
“Hay varias decenas de proyectos de renovación de buques aprobados para ser construidos en el país. Sólo hace falta recuperar y profundizar las líneas de crédito adecuadas para que toda la industria naval argentina se ponga en marcha”, consideró.
Minutos antes, el astillero también inauguró nuevos espacios de trabajo. Se trata de una nave industrial de 930 metros cuadrados, que integra la primera etapa de un plan de ampliaciones, y la puesta en valor de un galpón de 836 metros cuadrados que pertenecía a los silos.
En la nave se incorporaron dos nuevos puentes grúa, así como una plegadora CNC de 160 toneladas. Esto permitirá aumentar la capacidad de producción y acelerar plazos de entrega. Por otra parte, se puso en marcha la ampliación de vestuarios, comedor y oficinas.
Además, está prevista una segunda etapa de inversiones que incluye la construcción de una nueva nave cubierta con varadero para poder construir buques de hasta 75 metros de eslora, un verdadero desafío para la industria local.
“Todavía estamos muy lejos de la seguridad jurídica y los beneficios que tiene un parque industrial; pero como pueden apreciar eso no nos ha detenido. Hasta aquí hemos invertido 1,2 millones de dólares”, señaló Contessi.
Luego, agregó: “Lo que falta es una inversión diez veces más grande y estamos dispuesta a hacerla, pero necesitamos financiamiento y acompañamiento. Nuestro compromiso está a la vista, cada que vez que prometimos un proyecto lo cumplimos (…) Apostamos al largo plazo y a la excelencia”.
La capacidad instalada hoy está casi colmada en esta fábrica de barcos. Continúa la construcción en varadero del “Federico C”, un congelador tangonero de casi 40 metros de eslora para el Grupo Veraz, perteneciente al mismo grupo empresario.
Paralelamente, toman forma los costeros “Espartano”, para Cabo Vírgenes; y “Niño Jesús de Praga”, para Ritorno Sallustio y Cicciotti.
“Nos llena de alegría que junto a este enorme equipo podamos darle continuidad al sueño de Federico (se refiere al inicio de la firma en los años sesenta), que algunos intentaron interrumpir; pero que sigue más vivo que nunca” , expresó Contessi.