El Gobierno abrió un nuevo frente de conflicto. En este caso se trata de la actividad pesquera, un sector productivo que exporta en promedio 1800 millones de dólares al año y emplea en los distintos eslabones de su cadena a 40.000 trabajadores. Como sucede con otras actividades productivas, la administración libertaria desfinancia los principales resortes que pueden mejorar la competitividad productiva –como la ciencia aplicada—y las ahoga con una inflación espiralizada, retenciones y un dólar atrasado.
Las recientes declaraciones del ministro de Desregulación y Modernización del Estado, Federico Sturzenegger, afirmando que el sector pesquero “pesca gratis” fue la gota que derramó un océano de destrato. “Nosotros no nos merecemos que nos destraten, y menos que nos traten como casta, o que nos digan que pescamos gratis y que le robamos al mar argentino. Hay algunas declaraciones con algunas barbaridades”, explicó a El Destape el presidente de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera, Raúl Cereseto.
Sturzenegger negocia un proyecto para “transparentar” el sistema y modificar el régimen de pesca que se rige por unas Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC) que las empresas explotan por períodos de 15 años. “Acá en Mendoza si sacas petróleo, pagás una regalía de 15 por ciento, los pesqueros pagan 0,15. Es una larga historia, no tengo tiempo, pero es obvio que es un escándalo”, dijo Sturzenegger, falseando la realidad (el sector paga 9 por ciento de retenciones). “Es el recurso natural de todos los argentinos, lo sacan gratis. Lo bajan en el puerto, se nos matan de risa y lo sacan, con nuestros pescados”, le subió la apuesta. Mientras tanto, el Gobierno no toma nota del impacto de la pesca ilegal en plataforma marítima argentina, siendo uno de los tres países más afectados por el saqueo de sus mares.
A las declaraciones del ex banquero central del gobierno macrista se suman acciones concretas de desfinanciamiento al sector, como el reciente cierre de la Escuela Nacional de Pesca Comandante Luis Piedra Buena, una irreemplazable institución de formación para los profesionales del sector pesquero. Esta escuela no solo ha sido un eje central en la capacitación de quienes integran nuestras flotas y contribuyen al desarrollo de una industria vital para el país, sino también un símbolo del progreso y la continuidad de nuestra actividad. Es un ejemplo más de un Estado corrido de sus funciones de promotor de la actividad económica. En la entrevista con este medio, Cereseto advierte por atraso cambiario, posible suba de retenciones y la ausencia total de políticas de incentivo al sector.