El interventor Marcelo Lobbosco habló con REVISTA PUERTO sobre su intención de cumplir con el cronograma de campañas, la reparación del Holmberg, el fideicomiso con la Prefectura por el Angelescu y la necesidad de mejorar la información. Pese al rechazo inicial, hoy los trabajadores están conformes con el rumbo que tomó el Instituto.
Marcelo Lobbosco desembarcó en el INIDEP a fines de diciembre como interventor designado por un decreto presidencial, medida que generó rechazo entre los investigadores que no veían con buenos ojos que se recurriera nuevamente a una figura jurídica de este tipo para ordenar el Instituto. Sin embargo, a más de un mes de su nombramiento, todo transcurre con una calma deseable para un centro científico.
El acto distintivo de Lobbosco al llegar al INIDEP fue establecer contacto directo con los investigadores, al reunirse con cada uno de los grupos de trabajo, tomando nota de los problemas más importantes y abriéndoles la puerta de su despacho con el objetivo de mantener un diálogo fluido. Con el correr de los días el temor que existía sobre las intenciones que podría tener el interventor, se fueron diluyendo.
Cuando Lobbosco llegó, en el salón de actos lo esperaban investigadores con carteles que reclamaban por la no renovación de contratos a técnicos y personal administrativo que había sido comunicada el mismo día de la ceremonia. El temor era que se buscara reducir el INIDEP y que quienes esperaban ser incorporados a planta permanente desde hacía en algunos casos 30 años, nunca lo lograran.
Sin embargo se analizó individualmente cada caso y quienes cumplían con las condiciones que requiere la administración pública fueron reincorporados. Los científicos que habían concursado en 2015 fueron integrados finalmente a planta permanente y ahora resta que suceda lo mismo con los administrativos y técnicos, pero desde ATE informan que las nuevas autoridades tienen buenas intenciones, que se están moviendo para dar soluciones y que fundamentalmente los escuchan cada vez que lo requieren.
La intención de Lobbosco es terminar su gestión con el INIDEP cumpliendo todos los objetivos para los que ha sido creado. Uno de ellos y fundamental es la realización de campañas de todas las especies con barcos propios; si bien ello es un objetivo de máxima, que se pretenda cumplir con el cronograma presentado por los grupos de investigación es una buena noticia.
Uno de los motivos que invocó el Decreto de intervención fue la falta de campañas y durante la visita a Puerto Madryn del Presidente Mauricio Macri, el Interventor del INIDEP dijo al público presente que durante 2018 solo se había realizado 50 días de campañas, dato que no contempla las realizadas con barcos comerciales.
REVISTA PUERTO: Según un informe realizado por la gestión anterior los días de campaña fueron muchos más. Usted habló solo de 50 días.
MARCELO LOBBOSCO: Yo hablé de 50 días de campañas, si tomamos como campañas las lanchas que salen tres horas, que para mí no lo son, puede pensarse que fueron más; pero cuando hablo de campañas, me refiero a las realizadas con los buques de investigación dedicados a evaluar los recursos. Tampoco tengo en cuenta lo que se hizo en la flota comercial porque el INIDEP debe basar la investigación científica en lo que hacen nuestros buques. Se pueden sumar otros medios de investigación que son muy necesarios como observadores, muestreos, los datos que recogen los trackers o las campañas financiadas por las empresas que hacemos en buques comerciales, todo eso es muy importante pero la base de investigación la dan nuestros buques. Yo no quiero que se malinterprete y se crea que desmerezco las campañas con buques comerciales, son muy importantes pero el INIDEP no puede depender de la buena voluntad de los armadores. Si esa campaña la hacemos con buques propios la evaluación es mucho más completa, nosotros tenemos que tener previsibilidad sobre el recurso y muchas veces eso depende de las condiciones ambientales que debemos evaluar, por eso cuando hablo de días de campaña, hablo de nuestros buques.
El paro del SiMaPe, que duró años, produjo un hueco en la información científica que llevó, por ejemplo, a que no se pudiera evaluar qué sucedía en el mar mientras el langostino sufría un cambio sustancial en la distribución y abundancia, cambio que hoy los investigadores intentan trabajosamente desentrañar. También se perdieron series históricas fundamentales de calamar y de merluza que complicaron seriamente el seguimiento de la pesquería. Pero los problemas con las campañas y los buques empezaron antes de la medida de fuerza y continuaron después; es por eso que hay especies que llevan casi dos décadas sin ser evaluadas mediante campañas.
“Acá hay que hacer un seguimiento de cada especie, cada especie requiere una campaña particular y eso requiere días de navegación, que el INIDEP en años pasados no hizo. Sin poner en tela de juicio si actuaron bien o mal, lo cierto es que no se contó con los buques y se debió basar la información en datos de observadores, muestreos y buques comerciales. Con esta situación es probable que la información que se tuvo para brindarle al CFP no fuera óptima porque faltaban esos datos que son fundamentales”, sostiene Lobbosco.
RP: ¿Está garantizada la realización de las próximas campañas de langostino y calamar?
ML: La campaña de langostino está garantizada, las empresas me garantizaron que se hará y la próxima campaña de calamar también, porque lo que queremos es cumplir con el cronograma de campañas que me presentaron los investigadores, es una expectativa de máxima. La idea es que cada especie tenga su campaña, eso es importante.
RP: La dirección de los planes de investigación es fundamental para poder cumplir con ese objetivo, pero hoy ese cargo se encuentra acéfalo. ¿Cuáles fueron los motivos por los que se corrió a Otto Wöhler del cargo? ¿Cuándo y cómo van a cubrir ese puesto?
ML: -Existían motivos para correr a Otto Wöhler de la Dirección de Investigación del INIDEP pero prefiero reservarme cuáles eran; el cargo será concursado al igual que los de todas las direcciones de investigación. Se está en los trámites previos y se tardará aproximadamente dos meses en el proceso de selección. Lo que quiero es tener un buen equipo de investigación, por mi formación puedo designar sin problema un buen capitán de armamento, por mi experiencia laboral puedo designar al director de administración, pero yo no tengo capacidad para designar directores de investigación. Por eso tiene que ser por concurso.
RP: Uno de los problemas que existió para la realización de campañas fueron los conflictos con el personal embarcado lo que derivó en la firma de un fideicomiso con la Armada para que la tripulación del buque de investigación Angelescu fuera de esa fuerza. Estamos próximos a la renovación anual de ese contrato. ¿Usted renovará por un año más el fideicomiso?
ML: Estoy evaluando la renovación del fideicomiso, en este momento tengo buques tripulados por la Prefectura, buques tripulados por personal propio y hacer un fideicomiso supuso una situación nueva, entonces tomar esa decisión tuvo que ver con motivos particulares que llevaron a decidirlo. Es por eso que en este momento estoy analizando esos motivos y las consecuencias futuras que pueda tener mi decisión.
RP: ¿Cuánto influye su relación con Trueba a la hora de decidir que vuelva el SiMaPe a tripular todos los barcos?
ML: Yo soy de la Fundación Pensar pero he tenido muy poca participación y al señor Pablo Trueba lo conozco desde que asumí, antes no lo conocía, tengo buena relación con él como tengo con todos los gremios y hablo con él abiertamente, como con todos; y sabe que no tomé aún ninguna decisión.
RP: Para lograr los objetivos de realización de campañas se requerirá una flota activa, se espera la llegada de otro barco de investigación que fue financiado por el BID al igual que el Angelescu. Durante el año pasado no se contó con presupuesto del Ministerio para afrontar los pagos. ¿En qué situación se encuentra hoy?
ML: Hasta ahora se están cumpliendo todos los pasos y pagos correspondientes, en junio se bota y en marzo estaría en condiciones de llegar a la Argentina. La idea es que queden los dos barcos nuevos y el Holmberg, al Cánepa lo sacaremos de servicio, estamos a la firma de la resolución y el Oca Balda, que era un buque muy bueno, luego de analizar la situación decidimos que también quedará fuera de servicio porque las reparaciones que se deben hacer son muy importantes y no me aseguran que quede bien, lo que es un factor importante.
RP: Antes de que se decretara la intervención se decidió un importante aumento en el presupuesto del INIDEP. ¿Los ingresos que recibe el Instituto son suficientes para un desarrollo óptimo de las actividades?
ML: El presupuesto es superior al del año pasado pero debemos considerar que entrará a reparación el Holmberg, que hacía mucho que no se reparaba y las veces que había ido a reparaciones, éstas fueron incompletas. El presupuesto que estamos considerando para este barco es muy grande porque lo queremos dejar en muy buen estado. Todo eso sale del mismo presupuesto y debo hacer una ingeniería de gastos porque con la difícil situación económica del país no creo que pueda tener más de lo que ya me dieron. El presupuesto es mayor pero reparar el Holmberg y mantener un buque nuevo como el Angelescu requiere fondos y eso, cuando uno compra un buque nuevo, debe saberlo. Ahora debemos ser muy medidos con los gastos.
Lobbosco parece decidido a ordenar el INIDEP. Probablemente sus más de treinta años de experiencia en gestión y recursos humanos contribuyan a que logre un correcto funcionamiento del Instituto. Los fantasmas que generaba en algunos su formación militar desaparecieron ante el trato amable y respetuoso que entabló con el cuerpo de investigadores y técnicos.
Por ahora en el INIDEP los trabajadores miran con buenos ojos al Interventor, del que esperan pueda ayudar a revertir situaciones complejas que se arrastran desde hace muchos años. El paso a planta permanente de los científicos es una buena señal. Para conseguir algunos objetivos como regularizar al resto de personal, mantener un presupuesto acorde a las necesidades de la institución e incluso para resolver problemas cotidianos, siempre ha sido necesaria una buena relación con las autoridades nacionales, con las que el nuevo Interventor cuenta; y ello es visto como un punto positivo por los trabajadores y los representantes gremiales. Si Marcelo Lobbosco logra que se cumpla con el cronograma de campañas será un milagro, en vista de lo que ha sucedido en el pasado, pero si no se alcanza y por lo menos con las principales especies del Mar Argentino se logra retomar la dinámica de evaluación, será un paso importante. Recién lleva un mes en el cargo, deberemos esperar que el tiempo trascurra para saber si cumple con las expectativas que ha generado.
Revista Puerto
