Por Roberto Garrone y Pesca Chubut.
Nacionales
El barco es de uno de los “Gordos de Mar del Plata”, José Moscuzza que quiere pescar langostino con un barco que tiene 7 metros más de lo que habilita la ley.
Esta es la mentalidad de los “Gordos de Mar del Plata” empresarios comparados con las mafias sindicales por su manera de pensar, ahora sino respetan la ley, menos respetarán al recurso pesquero, venimos advirtiendo estas conductas depredadores sobre el sistema. En Mar del Plata la pobreza llegó porque no supieron preservar el recurso pesquero y ahora pretenden venir a la patagonia a arrasar con el langostino para volver a repetir la misma historia que en el caladero de Mar del Plata que lo dejaron sin pescado y con miles de trabajadores en la pobreza, viviendo en villas miserias mientras ellos se llevan el dinero al exterior.
Chubut tiene una posición marcada sobre este tema, preserva el recurso para que año tras año allá trabajo y que no se sufran las consecuencias de políticas pesqueras abusivas y empresarios depredadores que no preservan el recurso pesquero, empresarios que no tienen nada que envidiarles a los buques chinos que pescan ilegalmente en aguas argentinas. Su mentalidad si se sigue expandiendo va a traer consecuencias gravísimas para la pesquería ¿No le basta ver lo que ocasionaron en Mar del Plata?.
Ahora los trabajadores de la pesca tienen que enviar a sus niños a los comedores del estado porque no realizaron un plan de manejo sobre el pescado, no realizaron una pesca sustentable y ahora quieren poner de carne de cañon a los pobres de Bs. As para venir a depredar a la Patagonia.
Esta historia ya la vio Chubut de Mar del Plata y en el sur se tiene conciencia, si las autoridades nacionales van a permitir que Moscuzza haga lo que quiera adonde queda su discurso que vinieron a terminar con la corrupción Kirchnerista si son igual o peor que los anteriores.
Paren un poco, tomen conciencia, están destruyendo la industria de la pesca, están avasallando los derechos de las futuras generaciones, están terminando con el empleo genuino y están usando a los pobres de carnada para seguir pescando sin control llenándose de dólares sin cuidar el habitad acuático ni sus especies.
Moscuzza dice que su barco mide 39,90 metros pero en realidad mide 47, fuera de los 40 que establece la Resolución 1113/88
El poderoso armador y empresario marplatense acaba de botar un barco nuevo después de 35 años. El “José Américo” es un congelador preparado para la pesca de langostino aunque todavía debe resolver un inconveniente.
El buque mide 47 metros de eslora total. Lo contó un proveedor que colocó máquinas en el nuevo barco y así aparece en la base de datos de Marine Traffic, uno de los más respetados del mundo.
Pero en el expediente que el armador presentó en la Subsecretaría de Pesca para que el buque logre la matrícula ante Prefectura, informo que el barco medía 39,90 metros de eslora entre perpendiculares. Una mentira que puede advertir cualquier estudiante de ingeniería naval con el barco amarrado a muelle.
Por qué la diferencia. Para pescar langostino, salvo algunas excepciones en los últimos años, la Resolución 1113/88 establece que los barcos no pueden medir más de 40 metros de eslora total ni estar equipados con una potencia de más de 2 mil HP. Nada dice de eslora entre perpendiculares.
Después de 35 años, “Pototo” encarga un barco nuevo y lo construye de 47 metros, sabiendo que el límite para entrar a pescar langostino, que para eso lo construyó, son 40 metros. Puede parecer un chiste, pero lejos de eso…
Marca hasta qué punto un hombre puede sentir que por sobre él no hay nada, ni ley, ni norma. Todo puede ser erosionado con su poder de lobby para derogar la Resolución y todas las restricciones.
Sobre todo a partir de los vínculos que germinó con el presidente Macri y que tienen como nexo a Daniel Angelici y la dirigencia de Boca. En el puerto se cuenta que puso los avales para la presidencia de Pedro Pompillo.
El “José Américo” está en viaje a Mar del Plata y en el puerto son varios los que ya se anotaron para esperarlo muñidos con metros de carpintero, cinta de metal y hasta con centímetros de costurera para medirlo de punta a punta.
Oficialmente, una vez que termine el trámite ante la Aduana, lo recibirá Prefectura Naval Argentina para ingresarlo en el Régimen de la Navegación Marítima Fluvial y Lacustre (REGINAVE). Ahí se harán las mediciones correspondientes y la entrega de la matrícula nacional.
Si efectivamente cambiamos, si ya no hay privilegios por más que se llame José Moscuzza y sea amigo del Presidente, y tenga a su lobbysta de cabecera como representante del Poder Ejecutivo en el Consejo Federal Pesquero, ese cálculo no puede dar otra cosa que 47 metros de eslora total.
Puede ser el barco pesquero más moderno del mundo, la galaxia y la reserva del puerto. Le puede rendir tributo a los antepasados que hicieron grande el apellido o puede ser el puente que una a las próximas generaciones con los desafíos del futuro.
Puede ser todo eso y más. Pero si efectivamente habitamos una nueva Argentina “sin comportamientos mafiosos”, como sostuvo ayer Mauricio Macri, los 4700 centímetros del “José Américo” lo dejan fuera de norma. Al margen del langostino.