Fue luego de una asamblea general convocada por el Secretario General del Sindicato de Estibadores, Raúl Mella donde sobre un total de 120 estibadores 15 trabajadores se mostraron a favor de parar la actividad mientras que el resto eligió seguir trabajando.
Si bien la actividad pesquera y portuaria queda exceptuada del decreto presidencial firmado por Alberto Fernández, algunos trabajadores se manifestaron en desacuerdo con el decreto y exigieron a las autoridades que se paralice la actividad y que la Provincia les otorgue un subsidio por el tiempo que dure la pandemia.
“El puerto es una puerta de entrada al virus, y el pescado que traen los barcos no va a parar a la mesa de los hogares argentinos por lo tanto lo mejor será que se cierre el puerto y nos vayamos a la casa de cuarentena”, solicitaron los 15 estibadores al tiempo que pidieron de manera inmediata un subsidio que compense la paralización del puerto.
En tanto el grupo mayoritario de trabajadores se manifestó a favor de seguir trabajando, enterados de que la provincia había desistido de otorgarles un subsidio por la difícil situación que se encuentra atravesando.
Por su parte, en diálogo con Mar&Pesca , Raúl Mella brindó detalles del encuentro mantenido con los estibadores; “les expliqué que la Provincia no iba a poder otorgarles el aporte que les había prometido porque había más necesidades urgentes”, dijo.
Y acotó que también les pidió solidaridad y empatía con los que menos tienen “para enfrentar este momento en el que el virus nos pone a prueba”.
“Les dije que parar el puerto no era una buena opción, que seamos solidarios con los que menos tienen porque esa era la manera de demostrarle a la comunidad nuestro valioso aporte, porque con el dinero de los turnos estábamos ayudando al almacenero, al remisero, a los negocios chicos que no pueden aguantar esta cuarentena, y la mayoría lo entendió”, sostuvo Mella al recalcar que los estibadores que estaban en desacuerdo tenían la opción de abandonar el puerto, y darles lugar a los estibadores eventuales, pero la mayoría optó por poner reemplazos para poder cobrar la mitad de su salario mientras permanecen en cuarentena.